Gracia muda

Exit es una muestra más del teatro de festival: mudo, para que nadie note la ausencia de la palabra. Lo cual no quiere decir que no sea expresivo. Inevitablemente, el teatro mudo cómico se remite siempre a dos artes afines, emparentadas entre sí: el cine corto de la primera época y la pantomima o entrada de tos payasos de circo. Busca la aproximación a esas otras artes, donde la risa encontró grandes mecanismos, a costa de alejarse de sus propios recursos. Los tres comediantes que forman la breve y triunfante compañía de El Tricicle son maestros en este género. Crean ellos la idea de su espectáculo, los gags, el desarrollo; y lo interpretan. No se acaba de creer fácilmente su declaración de creación anárquica, espontánea o improvisada: hay una perfección en todos sus movimientos, hay un trabajo muy serio y muy a conciencia.

En Exit (la palabra se emplea en el sentido anglosajón de salida, y no en la de éxito, aunque la etimología sea la misma) se caricaturiza el aeropuerto, el vuelo. Se alcanza algo más: la expresión cómica de unos tipos humanos, de unas situaciones frecuentes que producen el reconocimiento. Pequeña, amable sátira. Si queda aludido el cine y el circo, hay que añadir una fuente más: el dibujo, el chiste de. periódico. Breves estampas visuales, como los famosos chistes sin palabras, género apenas practicado hoy.

Los tres comediantes tienen rostros, cuerpos flexibles: lo hacen todo muy acentuado, como corresponde al género -al faltar la palabra, hay que hacer muy ostensible el gesto-, y muy dirigido hacia el público. Como creadores y directores de su espectáculo, le han dado un ritmo continuo y la brevedad necesaria para que no llegue a fatigar. Arrancaron las carcajadas y los aplausos en muchos momentos, fueron muy ovacionados, y su Exit se convirtió en muy buen éxito. Lo cual es de toda justicia.