El laborismo británico reafirma su política de desarme unilateral
El congreso del Partido Laborista aprobó ayer por mayoría aplastante una moción que promete que cuando llegue al Gobierno procederá a un desarme nuclear unilateral y prohibirá el estacionamiento de armas nucleares norteamericanas en su territorio. El ala izquierda no consiguió, sin embargo, que prosperara otra moción proponiendo el cierre de todas las bases norteamericanas en el Reino Unido, incluidas las convencionales. La votación revitalizará la polémica existente entre el sector radical y el moderado a propósito de la política de defensa de un futuro Gobierno laborista, polémica interna que fue una de las causas de la espectacular derrota laborista en las pasadas elecciones de junio de 1983,
Neil Kinnock, líder del partido hubiera querido que el congreso evitara la discusión en profundidad de este tema y se limitara a ratificar la decisión del desarme nuclear unilateral, al tiempo que reiteraba su deseo de mantener al Reino Unido en el seno de la OTAN y de financiar una defensa convencional efectiva y poderosa. Sin embargo, el ala izquierda, representada por Tony Benn y otros portavoces radicales, se empeñó en introducir varias mociones exigiendo también la desaparición de las bases norteamericanas.
Pocas horas antes de procederse a la votación, el ex primer ministro laborista James Callaghan calificó de descabellada la propuesta. "La supresión de las bases norteamericanas", explicó, "supondría una ruptura con la OTAN". Encuestas de urgencia entre relevantes políticos norteamericanos mostraron el enfado de Estados Unidos. "Sería un gesto muy inamistoso", afirmó, por ejemplo, Zbigniew Brzezinski, ex consejero de seguridad del presidente Carter.
Negociaciones de última hora permitieron que el congreso laborista, reunido en la ciudad costera de Blackpool, desechara la propuesta radical. Sin embargo, la moción aprobada insiste en el cierre de las bases nucleares norteamericanas, algo que hasta ahora los laboristas no habían exigido.
Estados Unidos mantiene actualmente en el Reino Unido 1.356 cabezas nucleares; aviones F1-11, capaces de transportar tres bombas atómicas, y submarinos Poseidón, dotados de 16 misiles cada uno, así como los famosos misiles de crucero, instalados en tierra, y fuertes depósitos de cargas submarinas atómicas.
Golpe a los moderados
El texto aprobado por el congreso supone un nuevo golpe para el sector moderado, que estima que si los laboristas llegan un día al poder no podrán aplicarlo. Sin embargo, el hecho de incorporar, esta política de defensa al programa del partido disminuye su credibilidad a los ojos del votante medio y da argumentos a los conservadores y socialdemócratas. El Partido Laborista se encuentra sacudido por un fervor pacifista que nace de sus raíces, pero que nunca había estado tan activo como ahora. La tesis según la cual el Reino Unido debe retirar unilateralmente a sus propias armas nucleares se ha ido fortaleciéndo desde 1980, fecha en la que fue formulada por primera vez, y ahora recibe apoyo incluso de moderados.
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