Elogios a España como ejemplo en la apertura de la Feria del Libro de Francfort

Más de 6.000 editores están presentes en la Feria del Libro de Francfort, que abrió ayer las puertas de su 36ª edición. El canciller de la República Federal de Alemania (RFA), Helmut Kohl, pronunció el discurso inaugural, empezando, por felicitar a los libreros alemanes por la concesión del Premio de la Paz al escritor Octavio Paz. Peter Weidhaas, director de la feria, puso a España como ejemplo de industria editorial que, tras los reveses de los mercados latinoamericanos, ha sabido encontrar nuevas vías en el propio mercado y en Europa.

El tema central de este año es Orwell y su supuesta visión apocalíptica del mundo de la cultura. El director de la feria, Peter Weidhaas, hizo referencia a ello en su discurso afirmando que el libro tiene un gran futuro. En el mismo sentido se manifestó el ministro de Cultura francés, Jack Lang, quien ayer pronunció una conferencia en la que ahogó por la Europa del libro. Peter Wiedhaas se planteó al principio de su discurso la cuestión del futuro del libro, pero lo hizo desde la perspectiva de los 70.000 profesionales que se calcula acudirán a la feria mientras ésta mantenga sus puertas abiertas. "Para ellos", afirmó Weidhaas, "se trata de una pregunta académica. Para ellos la cuestión se plantea er los siguientes términos: ¿se pueden vender aún libros?, ¿se pueden vender libros suficientes como para que ello permita sacar provecho a la empresa comercial que es una editorial?". Y tras la pregunta, Weidhaas dio una respuesta: "El aumento del número de expositores de la fería de este año muestra que sí. Hay 279 empresas más que en el pasado año; el número de expositores ha alcanzado el récord de toda la historia, llegando a 6.192, participando 73 naciones".

Para el director de la feria de Francfort, la única forma de interpretar estas cifras es como exponente de la pujanza de la industria editorial, mundial. "Sin el libro", afirmó, "no hay nada que hacer. Sin el libro. estaríamos muy cerca de los mundos de horror evocados por Samjatin, Orwell, Huxley, Koestler y otros".

Uno de los ejemplos del futuro del libro es la reacción de las editoriales españolas al fallar recientemente el tradicional mercado latinoamericano. Weidhaas describe así el hecho: "Alrededor de un 70% de las exportaciones de libros españoles se dirigen a América Latina; la difusión nacional estaba, probablemente, abandonada de manera imperdonable hasta principios de los años ochenta a causa de los buenos resultados de las exportaciones". A partir de ahí, la crisis y el descubrimiento del propio mercado nacional y del mercado europeo. "Una nueva dinámica ha nacido en la edición española", afirma Weidhaas.

El descubrimiento de Europa, si no nuevo en él, sí fue el tema de la conferencia impartida por el ministro francés de Cultura, Jack Lang. Recordó éste, que Europa es una unidad cultural de extraordinaria potencia, citando al respecto cifras elocuentes. Mientras que los países del Mercado Común editan un total de 200.000 títulos al año, un mercado de similar. potencia compradora, como el de Estados Unidos, únicamente lanza 35.000. Para Lang, la conclusión es clara: "Sí a Europa", dijo, pero añadió a continuación que concondiciones.

Helmut Kohl, por su parte, fue quien más se centró en los aspectos culturales de la feria. Tras el agradecimiento por el premio a Octavio Paz -en quien, dijo, coexisten la sensibilidad literaria y la modestia personal, "la facultad de abarcar con la mirada múltiples culturas" y una profesión de fe incondicional en favor de la no violencia que no excluye una alta sensibilidad por los premios sociales-, pasa a considerar lo que la lengua, materia generadora de los libros, representa para las comunidades, "hasta qué punto dependemos de la lengua y cuánto nos da".

Orwell y el futuro

Ayer se inició también el ciclo de exposiciones sobre el tema central de esta feria de 1984, Orwell 2000. Para los organizadores de estos coloquios, que se celebran bianualmente, el tema debe plantear el futuro del libro. El primero de los ponentes, el especialista en medios de comunicación Nell Postmann, estadounidense, ya anunció ayer lo que parece será la tónica dominante. Orwell no es el apocalipsis. Para Postmann, quien anunció la catástrofe fue Aldous Huxley. El contraejemplo, según Weidhaas, del apocalipsis, España, presentaba ayer, escaso movimiento. Hay un total de 140 expositores españoles, lo que convierte a España en el octavo país en importancia cuantitativa, por detrás de la RFA, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Italia, Holanda y Suiza y por delante de un país de lengua alemana como Austria. España es además el tercer país en lo que respecta a crecimiento de expositores en el último año, por detrás de Italia y Estados Unidos, y el segundo si se toma 1982 como referencia, por detrás únicamente de EE UU.

Sin embargo, la presencia de autores españoles es prácticamente nula. Según los programas oficiales, únicamente Eduardo Arroyo es esperado como invitado de una editorial alemana occidental.

Además de los puestos individuales, España está representada por dos colectivos: el dedicado al libro español, organizado por el INLE, y el de la Associacio d'Editors en Llengua Catalana, con una muestra de libros en esta lengua.