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Chernenko ignora la oferta de Reagan de instituicionalizar las consultas y redoblar los esfuerzos negociadores

Pilar Bonet

El jefe del Estado soviético, Konstantín Chernenko, ignoró ayer prácticamente la oferta que la víspera realizara del presidente norteamericano Ronald Regan en el sentido de establecer contactos periódicos entre ambas superpotencias y redoblar los esfuerzos negociadores. "En Estados Unidos o bien no quieren o todavía no están dispuestos a entender que no existe ninguna alternativa sensata a la normalización de las relaciones soviético-norteamericanas" sobre las bases de igualdad y no injerencia, dijo Chernenko.

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Chernenko, que habló con motivo del 50º- aniversario de la fundación de la Unión de Escritores de la URSS, dedicó tan sólo una pequeña parte de su alocución a la política internacional, y más concretamente a las relaciones con EE UU, y en opinión de veteranas fuentes diplomáticas, dejó abierta una puerta de esperanza para la entrevista que han de sostener el próximo viernes el ministro de Exteriores, Andrei Gromiko, y el presidente norteamericano. La Prensa soviética, que continúa atacando con virulencia a Reagan, no ha informado hasta ahora del encuentro ni tampoco de la conversación informal sostenida por ambos políticos el pasado domingo.El estado de las relaciones entre Estados Unidos y la URSS, señaló Chernenko en su discurso, "determina en considerable medida la situación en el ámbito internacional, pero en Estados Unidos, como indican todos los signos, o bien no quieren o todavía no están dispuestos a entender que no existe ninguna alternativa sensata a la normalización de las relaciones soviético-norteamericanas, de acuerdo con los principios de igualdad, respeto mutuo y no interferencia en los asuntos internos respectivos".

"En Occidente", subrayó, "gustan de hablar sobre los beneficios de comparar ideas y opiniones, cultivar contactos entre la gente" Según Chernenko, la URSS es favorable a ello, pero en la práctica obtiene como respuesta únicamente "intentos de descarada interferencia en nuestros asuntos internos y una guerra psicológica real`. El discurso del máximo dirigente del Krerrilin evitó cuidadosamente personalizar las acusaciones contra la dirección política norteamericana, pero hizo una alusión a la broma de Reagan, según la cual la URSS iba a ser destruída en pocos minutos por un bombardeo. "La amenaza nuclear es lamentablemente grande y no se puede ignorar ni convertir en una broma, sino que se debe luchar enérgicamente contra ella. Esto es precisamente lo que nosotros hacemos. Y ello determina también, sobre todo, nuestra actitud en las relaciones con Estados Unidos. La situación actual", concluye, "no se reduce a una elección entre la URSS y EE UU, sino que es una elección entre la vida y la muerte de nuestra civilización".

Dureza en la agencia Tass

Más dura fue la reacción de la agencia oficial Tass al discurso de Reagan. En uno de sus despachos calificaba de electoralista la intervención del presidente norteamericano, discurso que, a juicio de la agencia, carece de elementos nuevos y supone la expresión "algo modificada" formalmente de una política cuyo fin "es conseguir la superioridad militar"Tass señalaba, en un comunicado emitido poco después de la intervencíón de Chernenko, que las palabras de Reagan sobre la paz sólo pretenden "camuflar las directrices básicas de la política exterior norteamericana y su política intervencionista en todas las regiones del mundo: Oriente Medio,

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Centroamérica, Suráfrica, Europa y Extremo Oriente". En las Naciones Unidas, Reagan no presentó, según Tass, ideas o propuestas realistas sobre las conversaciones soviético-norteamericanas para el control de armamentos e intentó ofrecer con fines electorales un "recipiente vacío", o "un paquete más atractivo" de su vieja política.

La intervención de Chernenko ante la Unión de Escritores constituyó ayer la cuarta aparición pública del líder soviético -que cumplió 73 años el lunes- desde el pasado día 5 de septiembre. La televisión retransmitió en su totalidad el discurso de Cherneko, que duró 20 minutos. El orador jadeaba, pero se mantuvo en pie todo el tiempo. Está previsto que hoy Chernenko se entreviste con el primer ministro finlandés, Kalevi Sorsa, quien realiza actualmente un a visita a la URSS. Este será el primer encuentro del número uno soviético con un dirigente occidental en el poder desde su reincorporación a la actividad política tras la larga pausa del verano.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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