Los 110 marineros y patrones de barcos andaluces retenidos en Casablanca ocuparon ayer el consulado de España

Los 110 pescadores y patrones de los 10 barcos andaluces retenidos en el puerto de Casablanca ocuparon durante todo el día de ayer el consulado español en esa ciudad marroquí para protestar por lo que ellos creen negligencia de los representantes españoles en negociar con el Gobierno de Hassan II esta prolongada retención.

Los pescadores, acompañados por los 10 patrones de los barcos, se presentaron en el consulado a las ocho de la mañana de ayer y permanecieron en él hasta las tres de la tarde. Sobre la tina de la tarde llegó el embajador de España en Rabat, Raimundo Bassols, quien reunió a los 10 patrones en el despacho del cónsul.Los patrones reiteraron al embajador que no están dispuestos a pagar ninguna multa que se les imponga por considerar estos apresamientos injustos y entender que son una represalia por el caso del pesquero Santa Teresa de Jesús, cuya dotación llevó hasta las Canarias a dos militares marroquíes que habían subido a la embarcación para conducirla hasta Agadir acusada de faenar ilegalmente.

Más aún, los patrones de los pesqueros, algunos de los cuales llevan ya 22 días en el puerto de Casablanca, informaron al embajador que no están dispuestos a, permanecer indefinidamente en este puerto y que si la embajada no les soluciona el problema pueden incluso "protagonizar un incidente grave, yéndonos a casa con nuestros barcos aunque nos ametrallen las patrulleras marroquíes". "Ayer hemos informado también al embajador", señaló Ramón Maneiro, patrón del Reos Galiano, "que aquí ya hay personas enfermas que no podrán aguantar un mes como se nos ha dicho que estaremos y que las condiciones en que vivimos son verdaderamente inhumanas".

Añadió que él está decidido a continuar la ocupación del consulado, pero que otros patrones desistieron "ante las amenazas del embajador".

Amenazas

Antonio Aroba López, patrón del Nyanga, añade: "Él nos dijo que si la policía le preguntaba si nosotros éramos huéspedes del consulado o simplemente ocupantes, 'yo no tendré más remedio que decir la verdad a la policía, y no podré impedir que la policía entre por la fuerza en el consulado a desalojarles'".Ocho patrones de pesqueros, con quienes conversó el corresponsal de EL PAIS a bordo del Ifach de Calpe, corroboran esta afirmación.

Antonio Canela Gómez, pa trón del Bahía Torrenueva, añade que el embajador les dijo que tenían que desalojar el consulado y que "no movería un dedo mientras estuviesen ocupándolo". El embajador, según él, les acusó de estar perjudicando el acuerdo pesquero hispano-marroquí en su conjunto y comprometiendo el faenar no ya de 10 barcos, sino de los 900 que pescan en aguas marroquíes".

"Además", añadieron los patrones citados, "el enviado de la subsecretaría nos ha mostrado la ley marroquí en la que se dice que los marroquíes no sólo nos puede multar, sino además retener o encarcelar durante en mes".

"A ese señor" (Crispín Pérez Pujol), añade otro patrón, "le dimos un croquis completo con las distancias de la costa a que nos encontrábamos todos los barcos, y el que más cerca estaba se hallaba a 13 millas. Como usted comprenderá, si no estuviésemos seguros de eso no adoptaríamos esta aptitud de no pagar".

"Este señor nos ha dicho además", precisa otro, "que él no está dispuesto a negociar sobre los tres barcos (Sierra Bermeja, Delfín Verde y Rago) apresados en segundo lugar hasta que los dos primeros apresados, el Nyanga y el Virgen de la Luz, a los cuales ya se nos ha fijado la multa, no paguemos. Ha dicho que después tampoco negociará sobre los cinco restantes hasta que esos tres no paguen a su vez las multas".

Patrones y pescadores estiman que este procedimiento de los responsables españoles es un intento de romper la solidaridad entre los patrones. "El embajador", decían éstos al final de la tarde de ayer, "nos ha dado su palabra de hombre y de embajador de que iba a hablar con Madrid y con el ministro de Pesca marroquí, y que hoy mismo (por ayer) nos daría una respuesta definitiva". "Por eso", añaden, "hemos desalojado el consulado". Entre las numerosas reivindicaciones que los pescadores expusieron al embajador para deponer su actitud, la principal es que el Gobierno español pague las multas.

Gestiones rechazadas

Otras señalan que la Subsecretaría de Pesca debe enviar dinero a las cofradías de pescadores a las que pertenecen estos barcos para que les sea entregado a las familias de los pescadores retenidos en Casablanca, que, según ellos, están a punto de pasar hambre.El Gobierno marroquí ha rechazado, al parecer, las gestiones que venía haciendo en Rabat el enviado de la Subsecretaría de Pesca, Crispín Pérez Pujol, para que les fuesen reducidas las multas a los pesqueros y que no se les aplicase la penalización máxima, que es de cerca de un millón de pesetas.