EE UU propone una conferencia mundial, para negociar la deuda y el comercio internacional
Estados Unidos propuso ayer, ante el Comité Interino dell Fondo Monetario Internacional (FMI) la celebración el próximo mes de abril en Washington, de una conferencia mundial al más alto nivel para analizar los problemas económicos más acuciantes del mando occidental, especialmente deuda exterior, desarrollo y comercio mundial.
La propuesta, realizada por el secretario del Tesoro, Donald Regan, en la reunión del consejo consultivo-decisorio más significativo del sistema FMI-Banco Mundial, pese a ser aceptada en principio, fue recibida con cierta cautela por los 147 países asistentes a la Asamblea Nacional, del Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, cuyas sesiones plenarias se inauguran mañana, lunes, en un hotel de la capital norteamericana. Algunos países, especialmente los encuadrados en el grupo de los veinticuatro, que reflejan los intereses de las naciones en desarrollo, interpretaron la iniciativa de Regan como una maniobra para difuminar las esperadas críticas que se esperan en esta asamblea anual a la política económica practicada por la Administración Reagan, cuyos efectos son considerados perniciosos por algunas naciones europeas y por los países en desarrollo. La propuesta norteamericana coincidió además con el rechazo por parte de las naciones industriales, representadas en el denominado grupo de los diez, de una propuesta formal de los países en desarrollo y de algunas delegaciones europeas (Francia y Bélgica) para que el FMI amplíe sus recursos financieros mediante una tmisión nueva de Derechos Especiales del Giro (DEG). Con esta nueva emisiór. de DEG (la moneda reserva del FM1), las naciones en desarrollo pretendían ampliar en unos 15,000 millones de dólares los recursos que el Fondo Monetario dispondrá este año para asistir a los países con dificultades para encontrar financiación en los mercados de capitales. La petición para incrementar la liquidez global mundial se espera que sea rechazada también por el Comité Interino, cuyas conclusiones definitivas; se conocerán esta madrugada (Lora de Madrid).
Pasó el peor problema
El -grupo de los diez, con la opnión diferenciada de Francia, interpretó que la ampliación de los recursos del FMI, en estos momentos, tendría efectos inflacionistas en la economía mundial y alejaría a las naciones en dificultades -de su principal objetivo económico, cifrado en ajustar sus economías y adoptar claras y eficaces medidas de austeridad.
Según la opinión de estos países, con Estados Unidos a la cabeza, lo peor del problema de la deuda del Tercer Mundo ya ha pasado y, según ha demostrado la experiencia de los dos últimos años, la capacidad de asistencia financiera del FMI ha probado ser más que suficiente para permitir a las naciones endeudadas encauzar sus dificultades.
Una opinión contraria fue expresada no sólo por las naciones en desarrollo, sino por el ministro francés de Finanzas, Pierre Beregovoy, que manifestó a la Prensa que la no emisión de nuevos Derechos Especiales de Giro (DGE) supondría un drenaje importante en la liquidez mundial y crearía dificultades serias en el comercio mundial, ya que muchos países no tendrían capacidad para encontrar una financiación aceptable de sus importaciones.
Según el representante francés, la deuda mundial se eleva a unos 800.000 millones de dólares, con unos intereses anuales de cerca de 51.000 millones y un servicio (intereses y amortización de principal) de, 80.000 millones. Frente a estas cifras, la ayuda institucional al Tercer Mundo apenas llega a 34.000 millones, lo que supone un desequilibrio importante que, según el ministro galo, necesita ser cubierto por las instituciones mundiales y no sólo por la banca. La tesis contraria, expresada por Donald Regan, es que la recuperación de la economía mundial, que sin duda se está produciendo, es capaz por sí sola de generar los suficientes recursos. para solventar este problema. "Prácticamente, todos los casos de gran endeudamiento se están resolviendo uno por uno. No hay solución global, sino un planteamiento diferenciado", manifestó Regan a la Prensa. Dentro de este contexto ' la propuesta norteamericana para convertir el encuentro de primavera del Comité Interino del FMI en una conferencia mundial sólo se entiende como una maniobra de diversión para desviar la atención de las críticas que la Administración Reagan esperaba recibir. La cercanía de las elecciones presidenciales norteamericanas ha convertido esta reunión anual en un tema marginal, desde su punto de vista, y todas las iniciativas parecen encaminadas a ganar tiempo.
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