_
_
_
_
_

Washington confía en que los encuentros con Gromiko sirvan para reanudar las negociaciones sobre desarme

El optimismo sobre un próximo deshielo en las relaciones Este-Oeste era ayer palpable en la Administración norteamericana, de la que portavoces tan cualificados como el secretario de Estado, George Shultz, o el consejero de seguridad nacional de Ronald Reagan, Robert McFarlane, hablan de "mensajes positivos" y de una próxima reanudación de las negociaciones sobre desarme nuclear. La relación de los optimistas ante el inmediato futuro se incrementó con el ministro de Defensa de la República Federal de Alemania, Manfred Woerner, quien espera "verdaderos progresos" en las relaciones Este-Oeste.

Shultz asegura que tanto él como el presidente Reagan piensan ofrecer al ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, un "mensaje muy positivo" durante las entrevistas que el jefe de la diplomacia de Moscú va a celebrar con los dirigentes norteamericanos.El secretario de Estado está seguro de que su conversación con Gromiko, el día 26, será muy fructífera y que en ella se abordarán numerosas cuestiones.

Reagan, por su parte, intentará deshacer ante Gromiko, el día 28, los temores soviéticos a EE UU y pretenderá que su huésped en la Casa Blanca se convenza de que desde la presidencia norteamericana no se amenaza a la URSS.

"Creo que el presidente ansía decir a alguien del Politburó cuál es su actitud y la de Estados Unidos ante los soviéticos", dice Shultz. "No es amenazante. Queremos unas relaciones más constructivas de las que hemos tenido hasta ahora". La Administración Reagan, no obstante, está segura de su política y no piensa cambiarla, según Shultz.

Para preparar su encuentro con el dirigente soviético, Reagan piensa reunirse el sábado con un grupo de especialistas en a URSS no gubernamentales; al lía siguiente viajará a Nueva York, donde es posible que coincida con Gromiko en una recepción de honor a los jefes de delegación que asisten a la Asamblea General de la ONU, y el lunes intervendrá ante este foro.

Robert McFarlane, consejero le seguridad nacional de Reagan, ha vuelto a repetir que espera una próxima reanudación de as negociaciones soviético-noreamericanas, aunque en esta ocasión ha señalado un plazo. Soy optimista. La celebración le las elecciones en Estados Unidos y el propio interés de la URSS llevarán a soviéticos y norteamericanos a una discusión sería inmediatamente después de primeros de año no sólo sobre cuestiones de desarme, sino sobre sus diferencias regionales y bilaterales", dijo McFarlane en la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad John Hopkins. Si Reagan es reelegido, "no me cabe la menor duda de que su preocupación en los próximos cuatro años será llegar a una reducción seria de las armas nucleares de Estados Unidos y la Unión Soviética", señala McFarlane.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La rigidez con la URSS por parte de la Administración republicana fue ayer criticada nuevamente por la candidata demócrata a la vicepresidencia, Geraldine Ferraro, para quien un verdadero líder debiera haber negociado sobre armamentos con la URSS. "Me pone casi frenética ver que la gente piensa que Reagan es un líder y que es un hombre de verdad", dice Ferraro.

"Cuando se trata del control armamentista, un líder no debe sólo poner firmes a los soviéticos, sino sentarse con ellos y negociar un acuerdo".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_