El disidente soviético Bitov asegura que fue secuestrado por el contraespionaje británico
El periodista soviético Oleg Bitov, que solicitó en octubre del año pasado asilo político en el Reino Unido (donde ha vivido desde entonces), declaró ayer en una conferencia de prensa celebrada en Moscú que fueron los servicios secretos británicos los que le obligaron a desertar y los que le han mantenido secuestrado desde entonces. Asegura Bitov que ha sido víctima de la tortura física y que sus secuestradores le obligaron a realizar actividades antisoviéticas que han hecho de este período "una horripilante cautividad".
La conferencia de prensa había sido convocada el lunes, por medio de una llamada telefónica a los corresponsales acreditados con marchamo de urgencia y de misterio: "Será mañana, para explicar la provocación contra un ciudadano soviético". Oleg Bitov estuvo acompañado durante aquélla por responsables de la agencia de prensa Novosti y de la publicación semanal Literaturnaia Gazeta (Gaceta Literaria, órgano de la Unión de Escritores), revista ésta de la que Bitov era responsable de cultura.El periodista soviético desapareció misteriosamente el 9 de septiembre del año pasado mientras cubría la información del Festival Internacional de Venecia. Según noticias de entonces, decidió quedarse a vivir en Occidente y pidió asilo político en el Reino Unido.
Oleg Bitov ha calificado ahora su estancia de un año en el Reino Unido como una "horripilante y espantosa cautividad", durante la cual fue permanente rehén de los servicios secretos británicos. Asegura que fue víctima (de la violencia física y de la tortura ("como la que practicaban los nazis en los campos de concentración"). Bitov dio detalles de los agentes que tuvieron relación con su captura y posterior cautiverio: "El jefe es el coronel George Hartland". Mencionó también a Westall, Wilmont, Hailor, Prince, Mac Not y a un tal Joy. Llegó incluso a facilitar el teléfono y la dirección de alguno de ellos.
Las declaraciones de Bitov han puesto en un apuro al servicio de contraespionaje británico, el famoso MI-5, según informa Soledad Gallego-Díaz desde Londres, y no porque se dé crédito a sus acusaciones de haber sido secuestrado y torturado, sino porque el escritor soviético ha identificado públicamente a cinco personas que son muy probablemente auténticos agentes británicos. Todo parece indicar que Bitov fue realmente interrogado en varias ocasiones por miembros del MI-5 y por dos militares, lo que constituye una práctica corriente siempre que un desertor del Este solicita asilo en Occidente.
El escritor retuvo los nombres de sus interrogadores, así como las direcciones de dos pisos francos a las que fue llevado, y dos números de teléfono que pertenecen en realidad al MI-5. Los expertos creen que ha transcurrido suficiente tiempo entre la desaparición de Bitov y su conferencia de prensa en Moscú como para que el servicio de contraespionaje haya limpiado las casas y puesto a salvo a sus agentes, pero aun así el daño sufrido ha sido importante porque cinco de sus hombres, probablemente buenos especialistas en la URSS, han quedado quemados.
Bitov desapareció de Londres a mediados del pasado mes de agosto. Hace una semana un portavoz del Ministerio del Interior británico declaraba en Londres que las autoridades estaban al corriente de la desaparición del periodista, a la que restó mayor importancia: "El señor Bitov es un hombre libre, y sus movimientos no están restringidos". Algunos periódicos, citando a amigos del desaparecido, dijeron que estaba bajo los efectos de una depresión creciente porque las autoridades soviéticas no permitían a su mujer, Ludmila, y a su hija de 15 años, Xenia, que viajaran a Londres para reunirse con él.
Ahora Bitov asegura que sólo tuvo libertad de movimientos durante los dos últimos meses (realizó viajes por el país) y que en cuanto pudo se escapó: "He regresado voluntariamente", dijo.
Lo que no se dijo durante la conferencia de prensa de ayer es si Oleg Bitov será rehabilitado inmediatamente en su puesto de respo nsable de cultura de Literaturnaia Gazeta.
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