Las hojas blancas firmadas por Dalí se reproducen en EE UU
El FBI colaborará con la SPADEM en defensa del consumidor
La SPADEM (Société de la Propiété Artistique et des Dessins et Modèles), que ostenta la representación de los derechos de Dalí, descubrió que las hojas en blanco firmadas por Dalí, observadas a contraluz, dejaban ver el símbolo del infinito (un ocho horizontal) a modo de filigrana. Esta información permitía ejercer un mayor control. "Sin embargo", explica Oberthur, "el fabricante de este papel (Archemarjorie) nos aseguró que dicha filigrana no aparecía en las láminas puestas a la venta antes de 1982. La deducción es fácil, me parece". La reciente declaración por parte de un editor podrá, seguramente, despejar dudas en este sentido.En cuanto al capitán Moore cabe reseñar otra anécdota. Es la que hace referencia a su exposición sobre Dalí montada en Perpiñán a finales del año pasado. Viendo el catálogo, Salvador Dalí descubrió que estaba prevista la incorporación de unos cuadros de cuya paternidad no estaba convencido. En este caso decidió actuar. La policía francesa, efectivamente, descubrió varios falsos y es por ello que el abogado Phillipe Eschasseriaux puede mostrar desde la mesa de su despacho un recorte de tela que lleva estampada la falsa firma de Dalí en un gesto que parece -digno de incorporar en un futuro remake de Si quieres ser millonario, no malgastes la vida trabajando.
Perder un pleito
Su opinión acerca de las declaraciones de Pierre Argilet en Barcelona es que "el editor no ha descubierto nada nuevo". Todo lo que cuenta de Hamon y de Marcand (EL PAIS, 9 y 10 de este mes) ya lo sabían puesto que por razones evidentes están en contacto con los inapelables -jurídicamente hablando- falsificadores de Dalí entre los que, probablemente, se cuenta el propio Argilet.
J. P. Oberthur, de SPADElA, así lo ha demostrado cuando explica que el pasado mes de junio recibió una carta de Gilbert Hamon notificándole que Pierre Aixgilet le proponía un curioso contrato para hacer unas litografías sobre unos temas que ya existen grabados en un libro. "No les parece extraño que Argilet, que critica las reproducciones, que sólo dice apreciar los originales, le proponga esto a Hamon", añade Oberthur. El jurista expresa también su temor ante un "Argilet que se precia de haber pegado (los bofetadas a Dalí aunque dice amarle mucho y que le ha llevado ante los tribunales por considerar que dispone de un contrato con el artista que presupone mayores posibilidades que las que nosotros le permitimos".
Instituto gerontológico
En este pleito Argilet ganó y Dalí tuvo que pagar 70.000 francos franceses (aproximadamente 1.300.000 pesetas). Pero Dalí y la SPADEM han presentado un recurso.
A pesar de todo, aunque no puedan interceptar sus respectivas actividades, en Europa todos se conocen. Donde más se complica la historia, afirma Oberthur, es en los Estados Unidos. "Allí, Dalí falsos los hay a millares", observa. Para evitar duplicidades e intentar un campaña de mayor amplitud, Jean-Paul Oberthur y Robert Descharnes viajaron a principios de este año a los Estados Unidos para ponerse en contacto con el FBI con el fin de comenzar un ataque sistemático a los falsificadores en nombre de la defensa al consumidor.
Mientras se inicia esta campaña "contra aquellos dudosos que pagan en dólares en Europa porque también venden en dólares en América", la SPADEM ha recibido una curiosa propuesta desde España. Aún queda aquí en la península alguien capaz de pagar otros 500.000 dólares para que se le preste el nombre de Salvador Dalí. Su intención no sería otra, al parecer, que crear un instituto gerontológico en la Costa Brava que llevara el insigne nombre del artista.
Babelia
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