Juan Pablo II niega que el documento del Vaticano sobre la teología de la liberación vaya dirigido contra los marxistas
Los problemas del reciente documento sobre la teología de la liberación, -"que no ha dicho nada que ataque directamente a los marxistas o a sus Gobiernos", según el Pontífice- la posibilidad de un futuro viaje a Cuba, la contestación de las feministas canadienses, el conflicto con los ministros sacerdotes en Nicaragua y la amenaza de atentados fueron los temas de mayor interés planteados al Papa durante una conferencia de prensa celebrada en el avión con los periodistas que cubren informativa mente su vigésimo tercer viaje al exterior. Juan Pablo II estaba en plena forma tras sus vacaciones y se encontraba tan relajado que en sus respuestas a las preguntas más comprometidas supo siempre responder con una mezcla de humor e ironía. Este el diálogo mantenido con los informadores.Pregunta. ¿Qué piensa de la contestación que le preparan las feministas en Canadá?
Respuesta. La Iglesia fue feminista desde sus orígenes porque la aventura cristiana comenzó con la Anunciación a la Virgen. Amo a las mujeres, pero amo sobre todo la verdad.
P. Dado que irá el mes próximo a Santo Domingo, ¿no le gustaría ir también a Cuba?
R. Sí, a mí me gustaría mucho porque deseo ir a todas partes, pero quizá no les guste a los cubanos... Bueno, a los cubanos sí, pues son gente buena.
P. En Canadá, la Iglesia ha pedido perdón a las minorías indígenas porque antaño las consideró razas inferiores. ¿Cuándo pedirá la Iglesia también perdón a las minorías ideológicas?
R. También las minorías deben pedir perdón, sobre todo cuando llegan a ser mayoría y se hacen con el poder.
Por lo que se refiere al problema de los sacerdotes ministros en Nicaragua, Juan Pablo II fue tajante: "Se aplicarán las normas del Derecho Canónico", respondió sin más comentarios.
Pero quizá lo que más chocó de toda la conferencia de prensa fue el diálogo que sostuvo con un periodista alemán que abordó el problema del documento sobre la teología de la liberación, en el que se afirma que los Gobiernos del socialismo real son "una vergüenza para la humanidad".
P. ¿Cómo se puede, después, de este documento, continuar el diálogo con los Gobiemos marxistas?
R. ¿Es que se dice algo en él contra los marxistas?, ¿es que se habla, sólo contra los marxistas?
P. ¿Entonces, según Su Santidad, el documento se dirige también contra otros Gobiernos?
R. Está muy claro en el documento. Naturamente, si los marxistas se identifican con todo lo que allí se dice, eso es otra cuestión; lo cierto es que el documento no ha dicho nada que ataque directamente a los marxistas o a sus Gobiernos.
P. ¿Entonces puede continuar el diálogo?
R. Por nuestra parte así lo deseamos, pero para que haya diálogo tiene que haber dos. El diálogo no debe ser una manipulación.
P. ¿Tiene miedo a los atentados anunciados por algunas sectas religiosas?
R. Estamos en las manos de la Providencia, y creo que hoy vivimos todos en las mismas condidiones en todo el mundo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.