El paseo marítimo de Castilla
Almagro, ciudad con más de 9.000 habitantes, donde tuvieron asiento los banqueros alemanes de Carlos V, es monumento nacional y su plaza Mayor presenta en sus cristaleras el aspecto marítimo de otras ciudades periféricas y marítimas como La Coruña o Amsterdam. El paseo marítimo de Castilla es la plaza Mayor de Almagro desde que las antiguas solanas castellanas fueron cubiertas por grandes cristaleras enmarcadas en verde. La peculiar construcción de Almagro, que da, a su plaza Mayor un aire flamenco donde es posible rastrear una cierta nostalgia del mar, es fruto de los arquitectos que trajeron consigo los Fugger, banqueros alemanes que facilitaron a Carlos V los dineros necesarios para su coronación como emperador de Alemania, que le habían negado las Cortes de Castilla.En agradecimiento, el rey les concedió la explotación de las minas de Almadén. Los Fugger, -que vieron castellanizado su apellido en er resonante Fúcares, se instalaron en Almagro, a unos 90 kilómetros de las minas. En la villa manchega levantaron los almacenes y oficinas del yacimiento de mercurio y plata, donde permancieron hasta comienzos de siglo. Tanto para el alcalde como para su hija, el Festival de Teatro Clásico altera profundamente la vida de la villa. "El pueblo lo siente como algo propio y vive la proyección que el festival le proporciona a nivel nacional e internacional, además de los beneficios económicos de la afluencia". Pero Almagro carece de la capacidad hotelera que le permitiría sacar mayores beneficios de la celebración de las jornadas teatrales. Un parador nacional de turismo "algo caro", dice el alcalde, con 106 camas, y dos pensiones, son toda la oferta con que cuenta la villa, aunque existe el proyecto de construir dos hoteles y numerosos particulares facilitan alojamiento durante estas fechas.
Junto a la capacidad hotelera, el problema del agua es el que preocupa más a los almagreños. Cerca de siete años con una media aproximada de una hora diaria de agua corriente da fe de esa inquietud, que se solventa en cierta medida con el transporte de agua en cisternas. Almagro malogró buena parte de los pozos naturales conque contaba al utilizarlos como desagües para aguas fecales cuando se inició la renovación de los cuartos de baño de la localidad.
Bibiano Ramírez define a Almagro por su tradición cultural: "Queremos que eso siga, y por ello fomentamos la cosa de teatro clásico y también una Universidad Popular que funciona magníficamente". Almagro, vive sobre todo de la agricultura, aunque destaque con nombre propio en la elaboración de encajes -son famosas las mantillas de blonda- junto al envasado de conservas vegetales y la ebanistería.
El descubrimiento, en 1952, del corral de comedias -el único que seconserva en España, aunque recientemente aparecieron los restos de otro en Alcalá de Henares- ha marcado el ímpeto cultural de la pequeña villa manchega. Desde la decadencia del corral, a fines del siglo XVIII, cuando se impone el teatro a la italiana y la maquinaria escénica, el edificio fue convertido en posada, con- los corredores dedicados a habitaciones. Ahora es, junto a la Universidad Popular, instalada en el antiguo palacio de los Fúcares, el exponente de la cultura local, que con la proyección del Festival de teatro clásico se extiende por la Península y el extranjero.
El futuro de la villa
José Antonio Arnaldos Salazar, coordinador técnico del festival, que dirige César Oliva, actor y miembro del claustro de la Escuela de Arte Dramático de Murcía, enseña teatro en la Universidad Popular. Coincide con Elvira Moreno, encargada. de Prensa y servicios del festival, en que las jornadas de teatro influyen en la vida del pueblo, que lo recibe con orgullo, pero también quejoso de las molestias que ocasiona. Es una actitud paralela a la que suscita el que el pueblo haya sido declarado monumento histórico-artístico: frente a un entusiasmo inicial, el tiempo ha ido modificando en cierta medida ese talante, al conocer las díficultades que la declaración impone a la hora de efectuar modific,aciones en las viviendas.Los almagreños suelen enjalbegar sus fachadas cuando se acercan las fiestas de la localidad, y es costumbre que las mujeres barran su tramo de calle todas las mañanas. "Es el momento del cotilleo", dice una modista, colaboradora de la Universidad Popular y entusiasta del teatro que se presenta en la villa. "No nos perdemos una fución". Pero los organizadores de los días que cada año se dedican al teatro clásico quieron evitar que el festival se conviertan en una isla. Así la Universidad Popular ha creado sus propios grupos de teatro, uno de adultos, otro juvenil y otro de marionetas, que en la presente edición ofrecerán una versión alegre de La celestas y dos piezas de Eduardo Blanco Amor. Para José Antonio Arnaldos, director e impulsor de la iniciativa, es en estos grupos y en el entusiasmo fuera de todo tópico de estos jóvenes "donde se encuentra el futuro de Almagro".
Babelia
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