Dalí visitó su museo antes de ingresar en una clínica barcelonesa

Salvador Dalí visitó ayer noche el Museo Dalí de Figueras donde declaró inaugurada la Torre Galatea y contempló la barca de Gala, que fue instalada anteayer en el museo. Tras una breve visita, una ambulancia lo trasladó a la clínica del Pilar de Barcelona, donde ingresó hacia las 12 de la noche.Dalí llegó a Figueres en su Cadillac, tendido en los asientos traseros del mismo, acompañado del pintor Antonio Pitxot y de una enfermera. Al no querer utilizar una ambulancia, se instaló una bombona de oxígeno en el interior del coche. El pintor pidió que le preparasen un trozo de queso y una bebida de menta para poder cenar mientras contemplaba las obras realizadas en Torre Galatea. Al salir del museo, el pintor se trasladó a una ambulancia que había seguido a la comitiva, hacia las 22.45 horas, para dirigirse a la clínica del Pilar, de Barcelona, donde era esperado. Robert Descharnes, amigo del pintor, declaró que los allegados estaban serenamente preocupados por el estado de salud de Dalí. El pintor no pudo servirse de su habitual bastón porque éste fue destruido por el incendio ocurrido el jueves en el castillo, de Púbol (Gerona).

Los Reyes de España se interesaron ayer tarde por el estado de salud de Salvador Dalí, quien padeció quemaduras leves la madrugada del jueves, al incendiarse su habitación del castillo de Púbol. El secretario de la Casa Real, Sabino Fernández Campos, llamó a Púbol desde Marivent (Palma de Mallorca), donde se encuentran los Reyes, y expresó la simpatía de éstos hacia el pintor y sus deseos de una pronta recuperación. Miguel Domenèch, abogado del pintor, manifestó a Efe que Dalí fue informado de la llamada, y que la noticia que le alegró.

Dalí fue visitado el jueves por la noche por su médico habitual, García Sanmiguel, y por el doctor Visa, especialista en quemados. Ambos aconsejaron el internamiento de Dalí en una clínica barcelonesa. Aunque los allegados al pintor consideraban igualmente conveniente su traslado, Dalí se resistía al mismo. Dalí pidió entonces visitar, en Figueres, el museo que lleva su nombre. Según los médicos, las quemaduras que sufre el pintor no revisten gravedad, pero la edad, el estado general del paciente y el proceso metabólico de recuperación de los tejidos quemados hacen aconsejable su internamiento. Dalí pasó la noche del jueves tranquilo, con las molestias naturales derivadas de las quemaduras y la tensión por el accidente. Fuentes de Púbol insistieron en que está descartado que el incendio fuera provocado. Se confirma la hipótesis de un cortocircuito.