El silencio de Moscú acrecienta los rumores sobre el estadode salud del máximo dirigente soviético, Konstantín Chernenko
El total silencio y la insensibilidad de las autoridades de la URSS -quizá calculadas intencionadamente- parecen estar acrecentando los rumores sobre un empeoramiento del estado de salud del máximo dirigente soviético, Konstantín Chernenko, a quien los observadores políticos ven cada día más apartado del poder real y más cerca de la mera figura decorativa. Estos rumores, generalizados desde la semana pasada, sitúan a Konstantín Chernenko en una silla de ruedas (según informó la cadena de televisión norteamericana ABC en la madrugada del martes), internado en un hospital o aquejado de una dolencia cardiaca no especificada. Todo, menos atribuir el silencio a la paz de unas vacaciones que oficialmente disfruta desde el pasado 15 de agosto.
Parece claro que si esos rumores son falsos (o carecen de suficiente fundamento) desaparecerán en cuanto el líder se reincorpore a la vida política y haga una nueva aparición pública. Tal vez por razones de seguridad, en Moscú no suele anunciarse de antemano ninguna actividad prevista de los responsables políticos.En medios occidentales se apuntaba ayer la posibilidad de que Chernenko clausurara oficialmente el próximo día 31 los Juegos de la Amistad-84, que se celebran en Moscú desde el pasado día 16. No obstante, los responsables deportivos soviéticos han confirmado a EL PAIS que no existirá ceremonia de clausura propiamente dicha, al haber abandonado ya algunas delegaciones participantes la capital soviética. Los Juegos se darán simplemente por concluidos al término de la final de baloncesto entre los equipos que se clasifiquen mañana.
Juegos de la Amistad
Hay otro argumento que refuerza el anterior: si la URSS hubiera querido realzar los Juegos de la Amistad con la presencia del máximo dirigiente, lo lógico es que Chemenko hubiera asistido al estadio olímpico Lenin el día 18, y allí hubiera presidido la ceremonia inaugural. En la tribuna del estadio estaban aquel día cinco miembros del buró político del partido, a pesar de que el acto tenía un carácter estrictamente deportivo: Mijail Gorbachov, Dimitri Ustinov, Nikolal Tijinov, Victor Grishin y Vitaly Vorotnikov.
Así pues, la fecha más próxima tradicionalmente prevista para la reaparición del líder es la del 7 de noviembre, en la plaza Roja (cita a la que, el año pasado, faltó por primera vez un secretario general, en ese caso Yuri Andropov, que moriría tres meses después).
Konstantín Chernenko se encuentra oficialmente de vacaciones desde el pasado 15 de julio, y el simple hecho de que después de 46 días no se haya reincorporado aún a sus tareas de Estado y de partido no debería extrañar tanto. Lo que sucede es que su enigmático silencio (ni siquiera una sola imagen en este tiempo, ni su voz) y su nula actividad pública constrastan de plano con la extraordinaria campana de imagen que se realizó cuando sucedió a Andropov (febrero de este año) y con la febril actividad desplegada durante los primeros meses de mandato.
Pérdida de influencia
La última vez que se vio en público a Chernenko fue el 13 de julio, durante la entrevista que mantuvo en el Kremlin con el secretario general de ONU, Javier Pérez de Cuéllar. Si está gravemente enfermo, si está o no hospitalizado, es prácticamente imposible de averiguar. Las murallas del Kremlin parecen, hoy por hoy, inexpugnables para la información objetiva, y tampoco hay que esperar un anuncio oficial de sus inquilinos.
Los observadores políticos de Moscú se preguntan en este punto por qué no derrumban de alguna manera las especulaciones implícitas sobre un supuesto desgobierno en la actual etapa de creciente tensión internacional.
La respuesta llega en forma de otra mera especulación que va tomando fuerza por momentos: posiblemente esta larga inactividad y este silencio no sean sólo consecuencia de un empeoramiento en el estado de salud de Chernenko (de 73 años y asmático), sino también tal vez porque el líder vaya perdiendo poco a poco esferas de influencia. En esa misma línea de hipótesis, la figura de Chernenko (a quien se calificó hombre de transición cuando fue elegido secretario general del PCUS) podría ir cediendo poder real para ganar simultáneamente un valor decorativo.
La cadena de televisión norteamericana ABC informó en la noche del lunes (madrugada del martes en España) que Chernenko utiliza una silla de ruedas y continúa bajo tratamiento médico en Moscú, adonde regresó de sus vacaciones en un balneario de Crimea. Las autoridades soviéticas no han confirmado esta información, según recalcó el corresponsal en la capital soviética de la emisora.
"Fuentes diplomáticas consideran igualmente significativo que (los soviéticos) tampoco hayan negado los informes" sobre la llegada de Konstantín Chernenko en silla de ruedas, dijo la cadena de televisión, según informa la agencia Efe desde Washington.
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