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Reportaje:

La planificacion familiar limita con el aborto

Ante la realidad de que cada año abortan en el mundo unos 50 millones de mujeres y que, de hecho, el aborto es utilizado en muchos países como un medio mas de anticoncepción, la conferencia de México adoptó una posición intermedia.No aceptó la tesis sueca, consistente en facilitar el aborto legal a todas las mujeres que lo deseen, pero tampoco admitió la posición del Vaticano de condenar absolutamente su práctica. Excluido de entre los métodos de planificación familiar, el aborto quedó como un recurso que se debe evitar, pero que, una vez no evitado, merece "tratamiento y asesoramiento humanitarios".El encuadramiento de la referencia al aborto entre las medidas para reducir la enfermedad y la mortalidad materna apunta hacia su consideración como un problema humano que requiere comprensión más que como una solución a la situación demográfica. La recomendación 18 insta a los Gobiernos a que promuevan la reducción de la mortalidad materna; atención médica prenupcial, prenatal y perinatal; programas de nutrición para embarazadas y madres lactantes, y planificación de la familia para reducir los embarazos a edades tempranas o tardías.

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En ese contexto se recomienda a los Gobiernos que "adopten medidas apropiadas para ayudar a las mujeres a evitar los abortos, que en forma alguna deberán ser promovidos como método de planificación familiar y, cuando sea posible, se ocupen de (lar tratamiento y asesoramiento humanitarios a las mujeres que hayan debido recurrir al aborto". La delegación de Suecia puntualizó que, dado que el principal objetivo de la planificación familiar es evitar embarazos no deseados y que los abortos ilegales representan en muchos países un grave peligro para la salud, "un paso importante para eliminar el aborto ilegal consiste en proporcionar acceso al aborto legal y seguro a todas las mujeres del mundo".

En las antípodas de esta posición hay que anotar el pronunciamiento del Vaticano, no sólo contra el aborto, sino también contra la esterilización y la contraconcepción en general, por entender, por boca de su representante, el obis-

La planificación familiar

po belga Jan Schotte, que todos estos métodos "violan la unión inherente entre relación sexual y procreación, que es la que da significado a la sexualidad humana como expresión única y exclusiva del amor conyugal".. La Iglesia católica se opuso también a que se considerara a la pareja y al individuo, e incluso a los adolescentes, como sujetos de la planificación familiar, cuando para ella es el matrimonio la institución natural "a la que se ha encomendado exclusivamente la transmisión de la vida". En cambio, hubo gran consenso sobre el tradicional papel de la familia como "unidad básica de la sociedad", hasta el punto de que fue elimina do el dato, incluido en el borrador elaborado por el comité que preparó la conferencia, sobre el aumento, debido a la modernización, del número de personas que no viven en las unidades familiares clásicas.

Un hecho demográfico estudiado en la conferencia de México fue el envejecimiento de la población, sobre todo en los países desarrollados, como consecuencia de la reducción de la fecundidad y del descenso de las tasas de mortalidad. La proporción, cada vez mayor, de ancianos en esas poblaciones "ejerce una carga en el gasto nacional destinado al seguro social y a servicios sociales". Pero, lejos de estimar este dato como justificativo de un incremento de la fecundidad, la Declaración de México reclama atención hacia el fenómeno.

En concreto, la recomendación 58 exhorta a los Gobiernos a que adopten medidas adecuadas para asegurar el bienestar y la seguridad de las personas de edad y les advierte que "no deben considerar a este sector de la población tan sólo como grupo dependiente, sino en función de la activa contribución ya hecha por las personas de edad y la que todavía pueden hacer a la vida económica, social y cultural de sus familias y de su comunidad".

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