El homenaje a Octavio Paz replantea el actual compromiso del intelectual

La semana de homenaje dedicada al poeta mexicano Octavio Paz, con motivo del 70º aniversario de su nacimiento, concluyó anoche en México, tras el cierre de esta edición. El agasajo internacional al autor de Libertad bajo palabra sirvió de punto de referencia para una reflexión sobre el compromiso del intelectual con el mundo contemporáneo y con sus conflictos. Intelectuales de distintos sentimientos ideológicos intervinieron en esta semana que abrió el presidente de México, Miguel de la Madrid, y que tuvo como lema el de "Más allá de las fechas, más acá de los nombres".

El escritor español Fernando Savater no pudo tener mejor público en la noche del jueves pasado para leer su trabajo Los intelectuales y la política (ver recuadro). La sala José M. Ponce, en el palacio de Bellas Artes, donde se ha venido realizando el homenaje a Octavio Paz, estaba repleta, y en la segunda fila de la platea, el propio Octavio Paz.Dijo que en sus tiempos de estudiante era muy miedoso, y que siempre, durante las manifestaciones antifranquistas, lo primero que él hacía era cuidar sus gafas. En una ocasión, contó, cuando escuchó el grito de "ya vienen", que hacía referencia a la policía, él echó a correr, pero en la dirección equivocada. Sin gafas, no podía ver dónde se encontraba la policía.

"Me detuvieron", dijo Savater el jueves pasado en Bellas Artes. "El policía, al revisar mi bolso, encontró un libro de -Octavio Paz, El arco y la lira. Es una rara felicidad estar 20 años después aquí, en un homenaje al autor y con el autor aquí presente".

Aplausos. Otro de los participantes en la mesa redonda del jueves fue Pablo Antonio Cuadra. Cuadra no sólo es un buen poeta nicaragüense, también es periodista y, actualmente, director del periódico La Prensa, de Managua, el único opositor al sandinismo.

Cuadra dijo que todas sus reflexiones sobre el tema Los intelectuales y, la política eran fruto de la "experiencia padecida:'. Cuadra estuvo preso y durante años vivió en el exilio, a causa de su oposición al poder de una famosa familia: los Somoza.

"La gran batalla del siglo XX es contra el poder", dijo Cuadra, pensando quizá en el poder sandinista en Nicaragua. "La razón de mi admiración por Paz es que, aparte de su gran inteligencia y cultura, nos dio una lección de responsabilidad humanista".

Cuadra contó al público de Bellas Artes que él había visto renacer el culto a las grandes palabras, y que nuevamente el poder estaba atacando con una palabra mágica: diversionismo. "Los comisarios están matando el lenguaje futuro de su propia revolución", dijo Pablo Antonio, Cuadra, al referirse a la falta de críticas en algunos países, "no hay cultura sin crítica, y si un Estado prohíbe la crítica, está matando, su propia cultura".

El 'poetariado'

La función del poeta, según Cuadra, no es otra que usar la palabra. "Por eso, cuando el poder se extralimita, quiere el silencio. Se ha ido creando con ello el poetariado", dijo Cuadra.La mesa redonda del jueves en el palacio de Bellas Artes fue sin duda la de mayor contenido político. Todos los participantes trataron de mostrar cuál debería ser, o es, la función del intelectual frente a las ideas políticas. Lo que hicieron, finalmente, fue dejar bien claro que las dictaduras son malas y que los intelectuales tienen que defender siempre la democracia y la libertad. El concepto de intelectual de izquierda o de derecha no debería existir. Un nuevo concepto estaría por nacer: los intelectuales democráticos y libertarios.

El otro español presente en la mesa redonda, José-Miguel Ullán, aplaudió la anécdota contada por Savater. "En ella Savater ha dado un excelente ejemplo. del problema que nos preocupa" dijo Ullán. "En esos tiempos la política era la policía, y la cultura, el universitario".

Tampoco han faltado las críticas al inmenso esfuerzo desplegado para organizar el homenaje a Paz, sobre todo de estudiantes.

La semana homenaje a Octavio Paz, "más allá de las fechas, más acá de los nombres", inaugurada el lunes por el presidente mexicano se inició en la práctica el martes con lectura de poemas y dos mesas redondas. Una era obvia: Octavio Paz en persona y obra. La otra tuvo como tema. la relación entre los intelectuales y la historia contemporánea.

También fue un tema con marcada connotación política. El moderador, Enrique Krauze, editor de la revista Vuelta, de la cual Paz es director, se refirió al intelectual mexicano, que no critica a "las tiranías de izquierda7 y dijo que ellos habían logrado sobrevivir en México gracias a un doble mecanismo: el de absorción burocrática y el burocratismo académico. "Hay excepciones", agregó Krauze, "y la mejor es Octavio Paz".

Sobre Paz también habló la escritora española Rosa Chacel. Le tocó participar en la ceremonia de inauguración, y durante la semana ha estado presente en casi todas las mesas redondas. Dijo que sentía hacia el escritor mexicano una gran admiración, porque su obra no sólo ha causado una gran controversia en todas partes, tanto por su complejidad como por su atrevimiento.

Sobre uno de los temas que se han venido debatiendo en la se mana homenaje, La poesía comprometida, Rosa Chacel dijo que no se podía esquematizar al poeta. "Eso de ser de izquierda o derecha es muy vago y abarca muchas interpretaciones. Para el poeta no hay nada necesario, sólo su individualismo".