La Generalitat pide que se declare Lérida 'zona catastrófica' por la tormenta de granizo
Entre 300 y 500 millones de pesetas se sitúa la valoración de las pérdidas frutícolas ocasionadas por la granizada que el miércoles afectó al municipio de Lérida y otros colindantes, según un balance de urgencia realizado por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat cuyo titular se ha dirigido al gobernador civil de la provincia instándole a que solicite la declaración de zona catastrófica.
La tormenta afectó a 1.300 hectáreas de plantación frutícola, mayoritariamente manzanos y perales. Según el citado informe, en 500 hectáreas la cosecha -actual mente en plena recolección- se ha perdido en un 50%. En un área reducida de 80 hectáreas las pérdidas se sitúan cerca del 100%. Las zonas más afectadas han sido las de Vallcalent, el Pla de Gualda y Marimun. En estas zonas han quedado también dañados los árboles y se prevén secuelas para la cosecha del año próximo.
La tormenta del miércoles duró sólo 20 minutos, pero debido a su intensidad es la que ha producido mayores destrozos en el campo en la actual campaña frutera. Entre los municipios colindantes al de Lérida que resultaron dañados se encuentra el de Torrefarrera, Almenar, Alcoletge y Alemús. Según el observatorio meteorológico situado en la Escuela de Agricultura, se registraron 35 litros de agua por metro cuadrado en sólo 20 minutos -la mitad de este tiempo la precipitación fue en forma de granizo- y se computaron dos ráfagas de viento de 100 kilómetros por hora, que provocaron caídas de vallas publicitarias y postes de conducción eléctrica.
Ayer llovió con intensidad en Lérida, en Barcelona y en las comarcas próximas a ésta. En Sant Vicenç del Horts el agua provocó inundaciones en viviendas de la parte baja de la población. En Badalona una riada arrastró de madrugada a cuatro coches que estaban aparcados en la riera.
