Un estreno de Luis de Pablo en la Quincena Donostiarra

El recital que Narciso Yepes y Nicanor Zabaleta ofrecieron ayer en el teatro Victoria Eugenia, en San Sebastián, inauguró la 45ª edición de la Quincena Musical Donostiarra, un festival que aspira ahorra a formar parte de la selección más prestigiosa de Europa y que el próximo domingo asistirá a un estreno del compositor Luis de Pablo, actualmente hospitalizado a causa de una dolencia cardiaca.Los organizadores del certamen, un joven equipo que se hizo cargo de la dirección hace pocos años, en un momento en que la continuidad estaba amenazada, creen que esta edición supondrá la consolidación del festival y permitirá continuar en la misma línea ascendente de ediciones anteriores.

Miguel Ángel Gómez Martínez, que ha dirigido las grandes orquestas de Londres, Viena y Berlín, dirigirá mañana al Orfeón Donostiarra y a la Orquesta Sinfónica de Euskadi en la versión orquestada de la ópera Fidelio, de Beethoven, y Victoria de los Ángeles ofrecerá un recital de canto este viernes con obras de Haendel, Schubert, Faure, Granados y Obradors.

El domingo se estrenará la obra Cinco meditaciones, compuesta por Luis de Pablo, de la mano de la orquesta Emsemble 2E2M, que dirige Paul Mefano.

La Orquesta Sinfónica de Praga y los solistas Jean Pierre Wallez y Elisabeth Leonskaya interpretarán el lunes y martes, bajo la dirección de Giri Velohlavek, obras de Mozart, Beethoven, Smetana, Glinka, Chaikovski y Dvorak. Dirigido por Óscar Araiz, el Gran Ballet de la ópera de Ginebra actuará los días 30 y 31 de agosto con El mar, de Debussy; Matías, el pintor, de Hindemith, y tangos, con arreglos del propio Óscar Araiz. El Vestro della beata vergine, de Monteverdi, interpretado por la Grande Ecurie et la Chambre du Roi, que dirige Jean Claude Malgoire, y el coro Donosti Ereski, especializado en música barroca y gregoriana, clausurará el 2 de septiembre la 45ª edición de la quincena musical. Esa misma orquesta interpretará la Suite en si menor, de Bach; La impatience e Hippolyte et Aricie, de Rameu, y Walter music, de Haendel, la víspera de la clausura.

Paralelamente a las actuaciones, en el teatro Victoria Eugenia, y a la misma hora, las ocho de la tarde, se desarrollarán numerosos recitales y un cielo de música de cámara y otro dedicado a la música del siglo XX en el salón de plenos del Ayuntamiento de San Sebastián y en el palacio Miramar.

Los abonos se agotaron días atrás y las únicas entradas a la venta corresponden a las localidades más caras del teatro Victoria Eugenia, que adolece de un aforo muy inferior a las expectativas que despiertan las nuevas quincenas. La venta de entradas permitirá recuperar un 40% del presupuesto de 38 millones de esta edición. El déficit corre a cargo del Ayuntamiento de San Sebastián, de la diputación provincial y del Gobierno vasco.

José Antonio Etxenike, uno de los jóvenes impulsores de las últimas ediciones, ha planteado la necesidad de que el Gobierno vasco reconozca en la quincena donostiarra al futuro festival de música de Euskadi.