El presidente norteamericano asegura, siguiendo la broma, que no bombardeará la Unión Soviética
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, aseguró ayer, utilizando siempre un tono de broma, que no ordebaría "bombardear Rusia en los cinco próximos minutos", según declaró ayer un dirigente de la comunidad judía que mantuvo con él una entrevista en la Casa Blanca.El sábado pasado, cuando hacía una prueba de voz antes de una alocución radiofónica, Reagan se había divertido anunciando la inminencia, de un bombardeo contra la Unión Soviética. Ayer volvió a repetir la broma, pero invirtiendo su significado en el curso de una entrevista con el presidente del Congreso Judío Mundial, Edgar Bronfman, informa France Presse.
Según Bronfman, Reagan se mostraba "desenvuelto y con una inmensa sonrisa, y señaló que se disponía a asistir a una reunión del Gabinete y que no ordenaría bombardear Rusia en los próximos cinco minutos.".
La broma de Reagan pronunciada durante el pasado sábado fue calificada *`ayer como "una indiscreción deliberada" y "no una broma" por el diario checoslovaco Prace.
Según el diario, el objetivo de estas declaraciones era verificar, "antes de la campaña electoral y tras la reciente ola nacionalista desarrollada con ocasión de la celebración de los Juegos Olímpicos, cómo reaccionarían los norteamericanos y sus aliados ante el estallido de un conflicto nuclear". "Si la reacción hubiese sido favorable", afirma el diario, "esta ¡dea habría sido utilizada en la campaña electoral, mientras que, en caso de ser negativa, se habría recurrido a la explicación de la broma".
Según Rude Pravo, órgano del Partido Comunista checoslovaco, la frase de Reagan "demuestra que la preparación de una guerra atómica contra la URSS ocupa un lugar importante en su pensamiento". El diario afirma que todas las acciones de Reagan tienen un denominador común, "la guerra atómica y la hegemonía mundial".
Por otra parte, el diario de la República Democrática Alemana Neues Deutschland afirmó ayer que las palabras de Reagan ponen de manifiesto la irresponsabilidad existente en los puntos clave de la política norteamericana. Según este diario, las manifestaciones "provocadoras" de Reagan coinciden con los planes del Pentágono referentes a guerras nucleares limitadas y deben interpretarse como una confesión de los deseos de los que predican "la cruzada nuclear" contra la URSS y los demás países socialistas.
El diario afirma que ahora queda más patente que nunca el papel que desempeñan los cohetes nucleares norteamericanos estacionados en la RFA y otros países occidentales.
