Los secuestradores de un avión iraní se entregan a la policía en Roma al no obtener permiso para aterrizar en Francia

Los dos piratas del aire que en la noche del pasado martes secuestraron un Airbus de la compañía Air Iran se entregaron en la tarde de ayer a las autoridades italianas en el aeropuerto de Roma, al no obtener autorización del Gobierno francés para viajar a París, donde tenían previsto solicitar asilo político. Los secuestradores son iraníes de 17 y 18 años y anoche fueron interrogados en la prisión Regina Coeli de Roma, según informó la policía.

A las 18.35 horas de ayer, los pasajeros y los miembros de la tripulación comenzaron a descender del avión, poniendo fin al tercer secuestro aéreo que se lleva a cabo este mes. En ese momento quedaban todavía a bordo del Airbus iraní 176 rehenes, entre ellos 11 tripulantes, después de que el secuestrador hubiese liberado por la mañana 129 pasajeros, según informó el jefe de la policía italiana, Giuseppe Porpora. Ninguno de ellos sufrió daños durante el secuestro. Los últimos en abandonar el avión fueron los autores del secuestro.Un portavoz de la policía había declarado con anterioridad que los secuestradores eran cuatro o cinco y que pertenecían a la organización Muyahidin al Jarq (Combatientes del Pueblo), un movimiento de oposición al régimen del imán Jomeini.

Hasta poco antes de rendirse, los piratas del aire mantuvieron negociaciones con las autoridades italianas, que le habían proporcionado hojas de vuelo para varios aeropuertos europeos, entre ellos los de París, Londres, Francfort y Ginebra.

Ante la negativa del Gobierno francés a recibir el avión secuestrado, los secuestrador optaron probablemente, según informaciones todavía no confirmadas, por pedir asilo político en Italia. Las autoridades iraníes pidieron al Gobierno de Roma que "proceda como se hace en estos casos".

Escalas en Bahrain y El Cairo

El Airbus iraní fue secuestrado mientras cubría el vuelo entre Teherán y Chiraz, al sur de Irán. El avión hizo escalas en Bahrain y El Cairo antes de aterrizar en el aeropuerto de Ciampino, en Roma, adonde llegó ayer a mediodía.En un principio se dijo que el número de secuestradores era de 18. Posteriormente, una vez que el negociador italiano Domenico Sica entró en contacto con el autor de la acción, se informó que los piratas del aire eran cuatro o cinco y que iban armados con granadas. Los secuestradores mencionaron inmediatamente que su estancia en Roma era simplemente una escala y que su destino final era París, donde previsiblemente pedirían asilo político. Los negociadores comunicaron a los secuestradores que el Gobierno francés no autorizaría al avión a tomar tierra en ningún punto de su territorio, pero éstos pidió a las autoridades italianas que intercedieran ante París para obtener el permiso de aterrizaje. Como muestra de buena voluntad, pusieron en libertad a 123 pasajeros, que presentaban un aspecto tranquilo y sonriente.

En dos casos anteriores en que el Gobierno francés autorizó el aterrizaje de aviones secuestrados por militantes iraníes enemigos del régimen de Jomeini, París fue objeto de una violenta campana por parte de las autoridades iraníes, que acusaron a las. autoridades franceses de ser "cómplices del terrorismo". En ninguno de los casos citados -ocurridos el 15 y el 26 de junio pasado, respectivamente- Francia concedió la extradición de los piratas del aire.

Dos aviones franceses han sido secuestrados a lo largo de este mes de agosto. El primero, un Boeing 737 de Air Frarice, que fue desviado a Teherán, donde se entregaron los secuestradores y fueron puestos en libertad todos los rehenes. El pasado lunes, un DC-8 fue retenido durante cinco horas en el aeropuerto de Marsella por un joven, al parecer Perturbado mental, armado con un cuchillo.