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La oposición se une en Brasil para conseguir la presidencia

El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal fuerza opositora del país, y el Frente Liberal, formado por disidentes del oficialista Partido Democrático Social (PDS), formalizaron ayer por la tarde en Brasilia la constitución de la Alianza Democrática. Al mismo tiempo acordaron el apoyo al gobernador de Minas Gerais, Tancredo Neves, ex primer ministro con el régimen democrático, derrocado por los militares en 1964, como candidato a la presidencia frente a la opción del poder y con posibilidades de triunfo gracias al respaldo demás de 60 parlamentarios disidentes.Cerca de 100 personalidades políticas, entre ellos tres gobernadores de Estado, estuvieron presentes en el acto.

El acuerdo firmado ayer en Brasilia presenta algunos compromisos importantes, como el de que el Congreso que será elegido en 1986 tenga poderes constituyentes, la futura reforma del sistema de partidos y el restablecimiento en 1988 del sufragio universal para la elección del presidente, cuyo mandato será reducido de seis a cuatro años.

El punto de divergencia entre la oposición y- los disidentes oficialistas estribaba en la designación del senador José Sarney, del PDS, como candidato a la vicepresidencia.

La discrepancia fue superada de manera ciertamente original. El fuerte sector de izquierda del principal partido de oposición, -el PMDB, aceptó el nombre de Sarney sin darle ningún apoyo, pero sin vetarle.

La disidencia de Chaves

La creación de la Alianza Democrática culmina una ambiciosa operación iniciada en junio, después de que el vicepresidente de la República, Aureliano Chaves, renunció a aspirar a la candidatura presidencial por el PDS. Chaves rompió con el sistema y se unió al que había sido su adversario, Tancredo Neves.En respuesta al rechazo mayoritario de la opinión pública a los dos hombres que se disputan la candidatura del PDS a la presidencia, el ministro Mario Andreazza y el diputado Paulo Maluz, el sector capitaneado por Aureliano Chaves empezó a negociar con la oposición un acuerdo que pudiera permitir la supervivencia de los disidentes y la derrota en el colegio electoral que ha de nombrar jefe de Estado de cualquiera de los dos competidores oficialistas.

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Tancredo Neves negoció cuidadosamente con los disidentes del PSD y, a la vez, con sus propios compañeros de partido, reacios a formalizar un acuerdo que hiciera aceptar demasiadas concesiones a hombres que, hasta hace dos meses, formaban parte del régimen surgido a raíz del golpe militar de 1964.

Experimentado, hábil y discreto negociador, Tancredo Neves llegó sin mayores problemas al acuerdo firmado ayer. Aureliano Chayes, por su lado, ya anunció que antes de fines de año habrá un nuevo partido político en Brasil. "No podemos seguir soportando el peso de las siglas PDS, aunque todos sepan que estamos enfrentados con su línea", afirmó el vicepresidente.

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