Estados Unidos, Egipto y Yemen del Norte colaboran en la operación de limpieza de minas en el mar Rojo
La pequeña Marina de guerra de Yemen del Norte inició ayer una operación de limpieza de minas en el mar Rojo, mientras el barco oceanográfico norteamericano Harkness, con 15 expertos a bordo, se dispone a participar en el rastreo. En la última semana, 12 buques, entre ellos el carguero español Valencia, resultaron dañados por misteriosas explosiones en esta zona.
La fuerza aérea egipcia intensifica sus vuelos de reconocimiento y el Pentágono anunció en Washington que una escuadrilla de helicópteros RH-53D Sea Stallion, especializada en la detección de minas colocadas en el mar, esperaba una petición de Egipto para desplazarse hasta el canal de Suez y el mar Rojo, que unen el Mediterráneo con el océano indico y por donde transita gran parte del tráfico de petroleros procedentes del golfo Pérsico.El Gobierno egipcio se resiste, sin embargo, a solicitar una vistosa ayuda internacional y a dar publicidad a un asunto que puede provocar una brusca reducción de la navegación por el canal de Suez, que atraviesan actualmente a diario unos 60 barcos que abonan a Egipto un elevado derecho de peaje.
El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Esmat Abdel-Meguid, llegó a manifestar a mediados de semana que era inexacto que hubiesen aparecido minas en el canal de Suez, mientras otras fuentes cairotas daban a entender que los buques dañados habían chocado contra cargas explosivas utilizadas en la búsqueda y explotación del petróleo por las numerosas compañías petrolíferas que operan en esa zona.
Hipótesis descartada
Esta hipótesis fue descartada el viernes por la compañía de seguros londinense Lloyd's, cuyos agentes investigan el asunto, mientras fuentes castrenses norteamericanas citadas por el diario norteamericano The Washington Post sospechan que las minas han sido depositadas por navíos iraníes para entorpecer el tráfico de los barcos petroleros procedentes de los países del golfo Pérsico, aliados de Irak en el conflicto que le enfrenta a Irán.Poco antes de que fuesen formuladas estas acusaciones veladas, un portavoz anónimo de la organización islámica clandestina Al Jihad (Guerra Santa) reivindicó en París la colocación de nada menos que 180 minas en el canal de Suez y Bab el Mandeb, estrecho situado en el acceso meridional al mar Rojo.
El cauto silencio de El Cairo, que ha puesto en pie una comisión militar para tratar de resolver el enigma, contrasta con la preocupación expresada por los regímenes rivales de Yemen del Norte y del Sur, que en sendos comunicados han condenado vehementemente los intentos de desastibilización.
La guerra entre Irán e Irak, en la que unos 50 barcos han resultado parcialmente destruidos, ha perturbado las corrientes comerciales en el noreste de la península arábiga.
Ambos Yemen, Egipto y Estados Unidos temen ahora que la aparición de las minas flotantes haga surgir un nuevo foco de tensión al oeste de la península arábiga.
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