Entrevista con Eduardo Sotillos

(... ) Parecería como si Sotillos quisiera distribuir las responsabilidades que le han ocasionado críticas y fuertes polémicas ante la duda de que pueda o no volverse a sentar en la mesa del Consejo de Ministros después de septiembre. Porque insiste: "El que es un auténtico oyente en el Consejo es el portavoz. Me limito a tomar notas".-Entonces, ¿no es usted un portavoz con poder e influencia?

-La figura del portavoz del Gobierno es muchísimo más humilde y con menos atribuciones de las que parece que la gente cree que uno tiene. Se reduce simplemente a transformar en noticias o a comunicar, no ya lo que él sabe, no lo que él considera incluso que podría darse como información, sino que se limita a comunicar lo que el Gobierno quiere que se comunique. Y, por tanto, tiene que ser el portavoz un fiel intérprete del Gobierno y del presidente del Gobierno en primer término.

Yo no he sido jamás responsable, ni he sido consultado, ni tengo por qué serlo (leyendo el decreto de nombramiento de lo que es el portavoz del Gobierno) ni para nombramientos como los cargos de Radiotelevisión o la agencia Efe. Tampoco he sido consultado en las decisiones sobre la política a seguir en la liquidación de la cadena de Medios de Comunicación Social del Estado o el diario Pueblo..., o sea, nada.

-¿Quién es, entonces, el responsable de esos nombramientos y de esa política?

-El Gobierno.(...)

-¿Cómo reacciona usted cuando el presidente realiza por su cuenta una rueda de prensa sin su conocimiento y sin su presencia?

-En el caso de Felipe Gonzáléz todo es muy distinto y no hay casi nada institucionalizado, porque él tiene una gran facilidad de comunicación con la Prensa. Entonces se puede dar el caso de que se hable con él, y preveamos que no va a hacer declaraciones y después de que ha dicho que no va a hacer declaraciones, pues al final, como tiene muchos amigos periodistas, cuando ya ve que hay tres periodistas con tres magnetofones, decide hacer declaraciones... Trabajar con Felipe González en este aspecto es muy difícil porque no es una persona organizada, por ejemplo programar si se va a hacer o no una conferencia de prensa después de un encuentro en la Moncloa.

-El Gobierno transmite la impresión de que le cuesta admitir errores, como por ejemplo la promesa de los 800.000 nuevos puestos de trabajo.

-Sí. Pero a pesar de todo, yo creo que se dice bastante al revés. Tenemos más complejo todavía, y es por el lógico recuerdo de lo que ha sido propaganda. Donde hemos cometido un error es en no vender las cosas que se consiguen. Porque se siguen construyendo carreteras y arreglando hospitales. A lo mejor lo que no hemos hecho ha sido política de inauguraciones. ( ... )

-¿Cómo ha cambiado el presidente González en estos dos años?

-No le he notado mucho cambio. Quizá, ahora, con la acumulación de horas de trabajo y algunos sinsabores puede que tenga algunas cicatrices. (... )

-En el tema OTAN ha dado un giro hacia posiciones que pueden indicar una continuidad en la Alianza Atlántica.

-Precisamente es que Felipe González nunca ha sido nada maximalista. Recuerdo hasta vivencialmente aquella manifestación que hicimos en el paraninfo de la Universitaria respecto a la OTAN, cuando ya se criticaba mucho el eslogan "de entrada, no", señalándolo desde el PC como ambiguo.

Las palabras de ese día de Felipe González pueden recogerse en una hemeroteca y reproducIrlas hoy, y verá cómo en él no se ha producido ningún cambio. Él dijo lo que sigue diciendo ahora, que la UCD nos había metido en la OTAN a cambio de nada y en ningún momento bueno, que era innecesario y precipitado, y que por tanto habría que consultarlo al pueblo en un referéndum.

-También dijo González en el Parlamento aquello de "si entran en la OTAN por mayoría simple, saldremos por mayoría simple".

-Yo creo que eso en un debate dialéctico es una frase aislada en un contexto.

-¿Cómo explica usted a la gente que este Gobierno en dos años no ha encontrado ni la pregunta ni la fecha para el referéndum?

-Porque organizar un referéndum sobre una materia así es algo que exige una prudencia política exquisita. No sólo depende de la situación propia española, sino de la situación exterior, y hemos pasado por situaciones muy graves de tensiones Este-Oeste, ha habido incluso un momento de casi ruptura.

Ahora parece que hay una situación de mejor clima en el diálogo, y hay que buscar que una posición española, sea cual sea, dijéramos, que no va a repercutir de una manera grave en el coníexto internacional y dentro de su mundo, que es occidental. Eso es una sabia medida de prudencia y, luego, la selección del momento yo creo que es difícil hacerla. El presidente lo está midiendo porque hay que valorarlo mucho y que no es sólo la política esparlola sino es sobre todo en relación con la situación internacional.

-¿Qué dicen las encuestas del Gobierno, que ganan los partidarios de la salida de España de la OTAN, no?

-Sí, sí, claro. Así como hay cada vez más personas que quieren más información y más debate sobre el tema OTAN, y eso es bueno. Lo que ocurre es que se está produciendo ese debate. Hay posiciones que han llamado la atención, como por ejemplo, el artículo de Claudín. ( ... )

-¿Le gustaría ser director general de RTVE?

-No. Ni quiero serlo, ni lo admitiría. En absoluto. Me gustaría volver a una actividad profesional y si es posible vinculada a la radio o al campo de los informativos de la televisión.

-Quizá al lector le cueste creer que usted, con un despacho a escasos metros del prediente, no habla con Felipe González de la crisis.

-Pues es absolutamente cierto. Y creo que casi nadie, incluso ni personas que están mucho más próximas han hablado con el presidente de ese tema. Ni los ministros.

-Algunos ministros sí.

-No lo sé. A mí no me consta... y que en el Consejo de Ministros no se ha hablado nunca de la crisis puedo jurar que es cierto... El presidente sí ha dicho que pensaba cambiar el Gobierno, ahora bien, cómo lo fuera a hacer, con quién o quiénes, eso es lo que ya no sé. (.. .)