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El actor británico James Mason, intérprete de 130 películas, falleció en Suiza a los 75 años

James Mason, el inolvidable actor de Ha nacido una estrella, Larga es la noche, Lolita y más recientemente de Veredicto final, falleció ayer en Lausana (Suiza), a la edad de 75 años. A las dos de la madrugada de ayer, Mason se sintió indispuesto y fue trasladado al centro hospitalario de la Universidad de Lausana, donde falleció en el transcurso de la mañana de ayer. El actor británico, que en sus 50 años de vida escénica participó en 130 películas, nació en la localidad de Huddersfield, Inglaterra, el 15 de mayo de 1909. Hijo de un rico comerciante en telas, James Neville Mason se educó en la escuela de Marlborough yen la Universidad de Cambridge. En 1931 abandonó sus estudios de arquitectura para dedicarse al teatro, tras la interpretación de su primer papel como Rasputín. Actuó en el teatro Old Vic y posteriormente en el Gate Theatre de Dublín.A partir de 1936 se dedicó plenamente al cine y muy excepcionalmente volvió a pisar un escenario teatral. El éxito que obtuvo con la película El séptimo velo, le abrió las puertas de Hollywood, aunque su consagración definitiva fue su actuación en Larga es la noche. Desde entonces participó películas como Madame Bovary, de Vincent Minelli; Mundos opuestos, de Mervin Le Roy; Pandora, de Albert Lewin; Julio César, de J. L. Mankiewicz; Ha nacido una estrella, de George Cukor; Con la muerte en los talones, de Alfred Hitchcock; Lolita, de Stanley Kubrick; El veredicto, de Sydney Lumet, entre otras.

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También protagonizó Los pianos mecánicos, de Juan Antonio Bardem, rodada en España, El año pasado participó en un largometraje del joven director suizo Jean François Amiguet, titulado Alexandre. Televisión Española tiene programado emitir Ivanhoe, un telefilme de Douglas Campfield, el próximo 11 de agosto.Sus caracterizaciones en las principales películas de sus primeros años le valieron una identificación con el malo de la película. Años después diría él en una entrevista que el mayor error de su carrera fue el abandonar la imagen del villano seductor o el brutal sádico que lo llevaron a la fama. "Yo quería llegar a ser una estrella internacional de la dimensión de Cary Grant, Humphrey Bogart o Clark Gable. Debí haber seguido siendo el personaje que había establecido", manifestó Mason.

La mayor parte de sus películas las realizó en Hollywood, razón por la cual había cierta animadversión hacia su persona en los medios británicos, sobre todo a causa de ciertos comentarios cáusticos que hizo Mason acerca de algunas personas con las que trabajó. James Mason vivió desde 1946 a 1962 en Estados Unidos a causa de sus compromisos cinematográficos. A partir de 1962 se instaló en Suiza, en la villa de Corseaux sur Vevey, una pequeña población de 2.000 habitantes, entre Vevey y Montreux. Previamente vendió un castillo que hasta entonces poseía en España.

James Mason estuvo calado 23 años con la escritora Pamela Kellino, con quien tuvo dos hijos, Portland y Morgan. Se divorció en 1964 y volvió a contraer matrimonio, a los 61 años, con la actriz australiana Clarisa Kaye, que lo acompañó hasta sus últimos momentos. La gran afición de Mason después de la actuación fue la lectura y más recientemente se dedicó con empeño a la cría de pájaros y al cultivo de las flores.

La puerta de su casa en Corseaux estaba presidida por dos leones que habían estado en el portal de su casa en Yorkshire. James Mason poseía una de las voces más bellas de la historia del cine. Los doblajes de sus películas al español no permitieron dar a conocer en las pantallas nacionales la entonación y modulación de este gran actor inglés.

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