Un hospital barcelonés desaconseja el uso de los bronceadores en pastillas

El Centro de Información de Medicamentos del Servicio de Farmacia del Hospital de Sant Pau y la Santa Creu de Barcelona desaconseja el uso de los bronceadores por vía oral, ya que "pueden producir efectos perjudiciales para la salud", según el doctor Joaquim Bonal, del citado centro.

El departamento del Sant Pau remitió anteayer una información a la Generalitat de Cataluña en la que se explicaba el posible riesgo de estos productos, el más popular de los cuales tiene por marca Bronzesan, que prometen un bronceado, con sol o sin él, en 20 días. El informe facilitado a la Generalitat, institución que ha autorizado la venta de estos bronceadores como productos dietéticos y no como medicamentos, recoge las distintas observaciones que han aparecido sobre esos productos en revistas médicas norteamericanas.

Según un trabajo del profesor Roseau, publicado en enero de 1983 en la revista de la Academia de Dermatología de Estados Unidos, la cantaxantina -uno de los componentes de los bronceadores orales-, cuando se ingiere de forma regular y se han tomado 200 o más cápsulas, produce en un 1,2% de las personas depósitos cristalinos en la capa interna de la retina y alrededor de la malécula.

"Se desconoce la naturaleza de estos cristales y los posibles efectos tóxicos sobre la visión a la largo plazo", dice Joaquím Bonal.

En agosto de 1983, en una carta al editor de la Revista de la Asociación de Médicos norteamericana se informaba de la aparición de amenorreas en un grupo de mujeres, asociadas a la ingestión de este tipo de preparados. El Boletín de Medicamentos y Terapéutica de Estados Unidos contraindica estos bronceadores orales a las mujeres embarazadas, ya que sus efectos pueden enmascarar cuadros patológicos.