Santiago de Compostela y las 'Cantigas' de Alfonso X el Sabio
Durante 15 días, los Encontros Europeos no Camiño de Santiago han llevado sus actividades (música clásica y folk, teatro, cine, coloquios y conferencias) por tierra gallega. Dentro del cuadro ha adquirido singular importancia el II Festival Internacional de Compostela, clausurado el pasado domingo, que se proyecta desde Santiago a Betanzos, Cangas, El Grove, Lugo, Pontedeume, Pontevedra, Ribeira y Vigo.Se cumple este año el 700º aniversarlo de la muerte de Alfonso X el Sabio (1221-1284), y han querido los organizadores del festival prestar especial atención a las monumentales Cantigas. Escuchamos al New London Consort una colección de ellas, interpretadas excelentemente y magnificadas gracias al arte vocal y el conocimiento de la soprano Catherine Boot. Pocas veces podemos observar una adecuación de la misma técnica a la música interpretada como en este caso: una técnica de emisión natural, como nacida de la misma lengua que se canta; todo cambió para la interpretación de la música cortesana de Enrique VIII, pues época, idiomas y pentagramas son otros. El resto del grupo (muy especialmente el que parece su alma, Philip Pickett) dio vida a los instrumentos que vemos tallados en el pórtico de la Gloria o en las escenas juglarescas del palacio de Gelmírez.
Gran mérito tiene la labor del grupo Sema, que en el mismo escenario abordó ocho cantigas, romances, folías, canciones romeras, madrigales de Anchieta y Triana, la célebre recercada de Diego Ortiz Guárdame las vacas: todo el repertorio, en fin, que va de lo medieval a lo renacentista.
Como clausura, otro grupo dedicado a música antigua, esta vez al barroco europeo, formado por el flauta de pico Álvaro Marías, el tiorbista Jorge Fresno y el violista de gamba Humberto Orellana, consiguió versiones de muy bello estilo y buena realización sobre pentagramas de Frescobaldi, Parcham, Marcello, Caix d'Hervelois, Carr, Haendel y Pepusch.
Aún debemos señalar, junto a las actividades vivas, la aparición en estos días de un muy interesante documento sonoro: el disco titulado Canciones de romeros y peregrinos, interpretado por el Grupo Universitario dé Compostela, que dirige el profesor Carlos Villanueva.
La Sinfónica de Asturias
Como el Festival de Compostela no es monotemático ni especializado, junto a estas audiciones hemos podido aplaudir a la Orquesta Sinfónica de Asturias, dirigida por su titular, Víctor Pablo Pérez. El joven maestro burgalés y la formación asturiana lucieron una calidad admirable, evidenciada de modo particular en un programa enteramente dedicado a Haydn con las siempre sorpresivas sinfonías La mañana, El mediodía y La tarde.Claridad en la textura, brillo en la sonoridad, sobriedad ágil en el criterio, los instrumentistas asturianos sirvieron de modo flexible, con buena afinación general y frecuentes muestras virtuosísticas, las difíciles partituras del maestro austriaco.
El día anterior, siempre en el monasterio de San Martín Pinario, Víctor Pablo Pérez hizo una séptima de Beethoven de gran aliento, acaso un poco precipitada en los tempi y extrajo de su orquesta un sonido tenso y una dicción expresiva para colaborar con Comellas en el concierto violinístico de Brahms. Del solista poco hay que escribir que no se sepa: Gonçal Comellas es un violinista formidable, desde el punto de vista técnico y desde el musical.
Los recitales pianísticos de Gilbert Schuchter y Tarnas Vasary, el grupo de violas de Basílea, el Coro Universitario de Compostela en la Pequeña misa solemne de Rossini, los Solistas de Zagreb y el Cuarteto Kosice, con el guitarrista Vladimir Kulka, completaron una programación muy estudiada por el festival.
Babelia
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