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CANARIAS

La polución del aire se acerca a la alarma en Santa Cruz de Tenerife

La capital de la provincia de Santa Cruz de Tenerife registra en la actualidad un elevado índice de contaminación atmosférica, que ha movilizado a las autoridades para adoptar medidas urgentes de control ambiental. Según pudo confirmar ayer este periódico en fuentes de la Consejería de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social del Gobierno autónomo, ya ha sido rebasado el límite de tolerancia, y se está en situación de advertencia, próxima a la de alarma en primer grado. El efecto del funcionamiento de una industria de refinados de petróleo y las combustiones propias del tráfico rodado, considerados como causa de la contaminación, se ha visto favorecido por la ausencia de corrientes de aire que limpien la atmósfera de la ciudad. El fuerte calor reinante, por otra parte, ha hecho insufrible la situación.Los sensores de Sanidad Ambiental, área dependiente de dicha consejería, registraron durante ayer en varios puntos de Santa Cruz de Tenerife, ciudad de unos 200.000 habitantes, valores superiores a los 600 microgramos de arihídrido sulfuroso por metro cúbico normalizado. El dintel reglamentario está fijado en 400 microgramos por metro cúbico y la situación de emergencia en primer grado comienza a los 800 microgramos por metro cúbico.

El alcalde de la ciudad, Manuel Hermoso, prometió, al conocer la noticia, actuar con diligencia para procurar controlar el preocupante grado de contaminación existente. Según pudo saber EL PAIS, el ayuntamiento cuenta desde abril pasado con un informe de Sanidad Ambiental en el que se anuncia que esta situación puede producirse en determinadas condiciones climatológicas -como las actuales-, dada la presencia, entre otros factores, de la refinería de petróleos instalada desde hace más de 50 años por la Compañía Española de Petróleos, SA (CEPSA) dentro de la ciudad.

Por su parte, el director de la refinería, Manuel Ravina, reconoció que la falta de vientos en la ciudad, con la llegada del llamado tiempo sur, provoca una mayor concentración de anhídrido sulfuroso en el ambiente. Sin embargo, aseguró que su industria respeta la normativa legal vigente y consume en estas épocas, como medida precautoria, un menor índice de azufre.

Ingenieros de la Consejería de Industria y la de Dirección Provincial de Industria y Energía aconsejan, en un informe hecho público ayer por el Gobierno Civil, un atenta vigilancia de las condiciones de combustión de las calderas de la central térmica y el resto de la refinería, para que el índice de Bacharach (que mide partículas vertidas a la atmósfera sin quemar), no sobrepase el nivel dos. Asimismo, el informe aconseja que se controle el funcionamiento de las antorchas y que se usen combustibles de bajo contenido de azufre. Los mismos técnicos observan un nivel de anhídrido sulfuroso "muy aceptable" en los puntos medidos.

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