Sorpresa del Gobierno de Vitoria por la oposición en Miranda de Ebro al vertedero industrial vasco

El viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno vasco, Néstor Goikoetxea, manifestó a este periódico su sorpresa por las reacciones de protesta habidas en el ayuntamiento de la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, así como de otras instituciones burgalesas y de la Coalición Popular en el País Vasco, por el proyecto de una planta de tratamiento de residuos industriales que el Ejecutivo autónomo piensa instalar a cinco kilómetros de Miranda de Ebro, en la localidad alavesa de Lantarón.

Para el viceconsejero se trata de "una industria más, de tipo químico, que no va crear mayores problemas de medio ambiente", y que está dentro de la política ambiental, de acuerdo con las exigencias de la Comunidad Económica Europea. Goikoetxea afirma que la polémica surgida sobre la ubicación de esta planta "ha tomado connotaciones políticas, cuando es un tema puramente técnico. Para empezar", señaló el viceconsejero, "se ha hablado de un vertedero cuando ese tipo de industria no lo es". La planta de tratamiento de residuos industriales tratará al año 300.000 toneladas de vertidos desechados, de las que reconvertirá el 70% en productos recuperados para la industria. El 30%. restante, según Goikoetxea, se convertirá en subproductos inertes, que serán almacenados.El viceconsejero de Medio Ambiente declaró además que la empresa Impolusa, encargada del proyecto por concurso público celebrado en 1981 -financiado por el Ministerio de Industria y Energía, el Gobierno vasco y las diputaciones forales-, estudió 100 puntos posibles para la ubicación de la planta, dentro del entorno del País Vasco. Después se hicieron hasta otras tres selecciones, antes de escoger Lantarón. En la penúltima selección contaba con otros dos puntos de la provincia de Álava, además del ya mencionado, que son las zonas de Ribera Alta y Alegría. "De modo que", declaró el viceconsejero, "cualquiera de estas zonas podía ser viable económica y ambientalmente".

Néstor Goikoetxea hizo hincapié en que este tipo de vertederos de tratamiento de los residuos industriales ha tenido éxito en otras zonas de la CEE desde hace 20 años. Asimismo, recordó que "esta iniciativa no es del Gobierno vasco", sino que surgió en España en 1978, a propuesta del Ministerio de Industria y Energía.

Para que esta planta de tratamiento de los residuos industriales se llegue a instalar, es preciso que, una vez obtenidas las correspondientes licencias municipales, la empresa Impolusa ratifique la ubicáción, cuando ya estén realizados los sondeos geológicos.

Néstor Goikoetxea defendió la instalación de esta empresa química argumentando que, además, va a generar más de 100 puestos de trabajo permanentes, una inversión de cerca de 4.000 millones de pesetas, en un período de tres años, y otros puestos de trabajo en la rama del transporte, desde la planta a otras industrias.