Un gran recital cante Fosforito
Ya se están celebrando las fiestas veraniegas de los distritos madrileños, y rara es la que no programa un espectáculo flamenco. Tetuán ofreció el jueves uno de calidad, con dos cantaores de tanto prestigio como Gabriel Moreno y Antonio Fernández Díaz, Fosforito.Gabriel comenzó por tientos, con la enorme musicalidad propia de su voz dulcísima y su buen hacer el cante.
Después, consciente de que el ambiente no era el más apropiado para exquisiteces, se fue decididamente a lo de más fácil entrada para un público verbenero: el chorreao -respeto su expresión- de fándangos, tangos y bulerías, entre los que metió unas tarantas que él hace divinamente.
Fosforito demostró una vez más ser un profesional de cuerpo entero, que se entrega de corazón hasta donde puede y quizá un poco más. La noche de Tetuán cantó estupendamente, con ganas y exigiéndose. Cantiñas, tangos, soleá, petenera, fandango al estilo de Juan Breva, bulerías, todo lo hizo bien, con brillantez, con jondura, y en algunos momentos llegó a lo extraordinario. Una lección más de Fosforito, digna de aplauso.
Cante
Gabriel Moreno y Fosforito. Toque: José María Pardo y Manuel de Santiago. Grupo de Pía Vargas, con la 'bailaora' Luisa, 'La Cachito'.Madrid, 5 de julio de 1984.
Cerró el espectáculo un grupo flamenco que capitanea la rumbera Pía Vargas, eficaz en las cosas que hace. Destaquemos la presencia en el grupo de un correcto cantaor, Gabriel Cortés, y de una bailaora muy estimable, Luisa, La Cachito, quien bailó bien por alegrías y por soleá.