Fracaso de las conversaciones China-URSS en Moscú
Las relaciones entre la Unión Soviética y la República Popular China siguen chocando con los mismos obstáculos de siempre, que impiden la normalización, aseguró ayer en Pekín el viceministro chino de Asuntos Exteriores, Qian Qichen, de regreso de una visita oficial de cuatro días a Moscú. "No se ha hecho ningún progreso", dijo.Los obstáculos, según Qian, son tres: el apoyo soviético a la presencia de tropas vietnamitas en Camboya, el mantenimiento de un importante potencial militar en la frontera entre la URSS y China y la presencia de las tropas soviéticas en Afganistán.
A pesar de estas divergencias, Qian calificó de "útiles" su entrevistas en Moscú, especialmente la que mantuvo con el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Grorniko.
El comunicado hecho público en Moscú se limitaba a registrar que se había producido un "intercambio de opiniones sobre los problemas internacionales y ciertos aspectos de las relaciones chino-soviéticas".
