El coronel Saravia Ortuño fue el cerebro del secuestro de Siles Zuazo, según el ministro del Interior boliviano

El coronel Rolando Saravia Ortuño, ex director de provisiones del Ministerio de Defensa, fue el cerebro del secuestro el pasado sábado del presidente boliviano Hernán Siles Zuazo, aseguró ayer el ministro del Interior, Federico Alvarez Plata. "Hasta estos momentos Saravia aparece como el elemento clave de esta conspiración, en colaboración con otros medios de las Fuerzas Armadas y de la policía y de algunos partidos políticos de oposición", dijo Alvarez Plata en una conversación con EL PAÍS.

El ministro del Interior boliviano afirmó que el número de detenidos hasta ahora en relación con el secuestro de Siles "no supera los quince" (cifras extraoficiales elevan a varios centenares los civiles y militares detenidos en un principio), aunque no descartó que se produzcan nuevos apresamientos en los próximos días. Álvarez Plata dijo que el Gobierno dispone de pruebas que demuestran que el compló tenía más envergadura de lo que la población conoce hasta el momento, pruebas que se harán públicas para desmentir los rumores de que todo fue un autosecuestro. En algunos círculos, especialmente de la oposición, se especula con la posibilidad de que el secuestro de Siles fuese una operación montada por el Gobierno para frenar la oleada de críticas de que estaba siendo objeto la gestión presidencial. Álvarez Plata cree que "esto es un cargo que no resiste la más mínima posibilidad, ni es serio".El militar señalado como cerebro de la conspiración, el coronel Saravia, que se encuentra en paradero desconocido, está considerado un hombre de la corriente de oficiales institucionalistas, es decir, que defiende la sumisión del poder militar al poder político, grupo representado por los generales Gary Prado y López Leytón.

Destacadas fuentes militares consideran, sin embargo, que Saravia, de temperamento fogoso y decidido, tenía desde hace tiempo "una espina clavada en el corazón". Fue ministro de Agricultura a finales de 1978 en el Gobierno presidido por el general David Padilla, que devolvió el poder a los civiles, Siles Zuazo lo colocó en diciembre de 1982 al frente del regimiento Ingabi, unidad clave para el control de La Paz. En enero de 1984 pasó a ocupar el puesto de director de provisiones del Ministerio de Defensa, un cargo en el que se mueve y se hace dinero. Fue destituido justo un día antes del secuestro del presidente con el fin de trasladarlo a la ciudad de Cobija, a 680 kilómetros de La Paz cerca de la frontera con Brasil. El ministro del Interior aseguró que "es cierto que el Ejército como institución no ha participado en el secuestro del presidente, pero algunos de sus miembros parecen muy comprometidos".

Durante las 10 horas en que el presidente estuvo secuestrado, con el vicepresidente, Jaime Paz Zamora, en el extranjero, ni una sola unidad se pronunció a favor del golpe o sacó tropas a la calle.

Alvarez Plata, dirigente del gubernamental Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), manifestó que "no quiero acusar a ningún partido concreto", pero "yo he hablado con los dirigentes de Acción Democrática Nacionalista -de Hugo Bánzer- y del Movimiento Nacionalista Revolucionario -de Paz Estenssoro- y ellos no descartan la posibilidad de que alguno o algunos de sus miembros puedan estar metidos en este tipo, de asuntos".

Los detenidos pasarán este fin de semana a disposición judicial.