Cataluña y la reindustrialización
Sin caer en absurdos triunfalismos, porque, desde luego, no hay motivo para ello, es evidente que en los últimos tiempos se están produciendo alentadores síntomas de que el tejido socioindustrial de Cataluña no sólo no se ha destruido, sino que empieza a renacer.¿Qué está sucediendo? Es muy pronto para sacar conclusiones, pero, con todos los reparos que se quiera, parece que se está recuperando la ilusión y la confianza, algo que siempre ha caracterizado al empresario catalán. ¿Influye en este fenómeno la actuación en materia económica ¿le la Generalitat? La respuesta es, con toda probabilidad, afirmativa. ( ... )
En efecto, no puede decirse que la restauración ¿te la Generalitat fuera recibida con hostilidad por el empresariado catalán, pero sí concierto recelo, derivado de la mera presencia de una estructura administrativa adicional. En la mente empresarial clásica, una nueva esfera del sector público implica, por lo general, más controles, más intervenciones y, casi cori toda segúridad, más impuestos. Ello no ha sido así, por lo que, como mínimo, hay que reconocer que la presencia de la Generalitat en el terreno económico no ha sido un factor que implicara restricciones o limitaciones a la áctuación de la inicia,tiva privada. ( ... )
Es imprescindible que el Gobierno autonómico continúe y profundice en esa dirección, sin que, por otra parte, quepa esperar milagros o alteraciones espectaculares del entorno industrial. En efecto, Cataluña ha sufrido enormemente en la presente e inacabable crisis industrial, puesto que sus estructuras productivas, sin pertenecer a sectores supermaduros como la siderurgia integral o la reconversión naval, sí que podrían describirse como clásicas. ( ... )
Cataluña sí puede y debe desarrollar sus considerables posibilidades en sectores de tecnología intermedia en los que el diseño, la calidad, la imaginación y la creatividad tengan un peso específico importante. Se trata, en definitiva, de, sin perder las características que tradicionalmente se han dado en el país, avanzar en el proceso de, adaptación y modernización de la economía catalana.
Y en este proceso van a tener una influencia favorable dos factores que inducen a una reflexión adicional: el factor humano y la próxima integración de España en la Comunidad Económica Europea. En cuanto al primero de ellos, es innegable que Cataluña es hoy un país socialmente pacificado. Se dan, por supuesto, enfrenitamientos y reivindicaciones concretas, pero no se da ese clima de conflictividad permanente que afecta a otras zonas de España que están en la mente de todos.
24 de junio
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