Francia aplicará medidas policiales mas severas si ETA Militar no reflexiona sobre una solución negociada

El Gobierno francés aplicará una tercera fase de medidas policiales contra los presuntos activistas refugiados en su territorio en el caso de que las expulsiones a países de ultramar y los confinamientos no muevan a ETA Militar a reflexionar sobre el futuro de su actividad terrorista y a flexibilizar su actitud ante una eventual salida negocia da. "Las medidas de expulsión y los confinamientos, puestos en práctica a primeros de este año, tienen un plazo límite. "Las autoridades de nuestro país pondrán en vigor una tercera fase con medidas más severas y de mayor envergadura si ETA no modifica su actual postura", manifestaron ayer fuentes de la Administración francesa.

La estrategia del Gobierno francés se fundamenta en la tesis de que el final de violencia puede ser acelerado forzando a ETA a negociar. Al igual que dirigentes de partidos políticos vascos, dichas fuentes sostienen que el cambio de actitud de las autoridades francesas y la oferta de reinserción formulada por el Gobierno español, a la que podrían acogerse varios centenares de antiguos activistas, modifica radicalmente la situación de ETA en el sur de Francia y abre la perspectiva de una salida negociada."Éste es un momento decisivo; tanto en ETA como en las organizaciones políticas que le son afines se están generando dinámicas que plantean, por vez primera, un cambio de postura. Por supuesto", subrayaron las mismas fuentes, "es demasiado pronto para que todo esto se manifieste de forma explícita, pero pasado el verano, es posible que se inicien contactos. Nos consta", añadieron, "que también el Gobierno autónomo vasco y el propio Gobierno español participan de estos planteamientos".

La amenaza francesa situaría a ETA en la encrucijada de tener que prescindir de su retaguardia, uno de los factores, junto con el apoyo de un sector de la población, que han hecho posible hasta ahora su actividad terrorista. En medios policiáles se apunta que la disminución de las acciones de ETA son consecuencia de la desconexión, provocada por la labor policial francesa y las acciones de los GAL, existente entre la dirección y los comandos que operan en territorio español. El traslado del aparato de ETA a suelo español llevaría implícito el riesgo de caídas en cadena de comandos y sólo podría explicarse, desde un punto de vista policial, en el caso de que esa organización intentara una "huida hacia adelante".

La incógnita reside en saber si es posible que las posturas más dialogantes y pragmáticas triunfen en el seno de un grupo armado fuertemente jerarquizado y controlado por los sectores más intransigentes, como es ETA Militar. La historia parece demostrar lo contrario.

Dirigentes políticos vascos señalan que el Gobierno español debería haber asegurado la existencia de un núcleo de refugiados partidarios de la normalización y cercano a los milis antes de dar a conocer su oferta de reinserción social. "Los sectores más duros tratarán de contrarrestar la invitación del Gobierno presionando por todos los medios a aquellos miembros simpatizantes que se planteen acogerse a estas medidas, y el resultado puede ser poco efectivo a corto plazo, sobre todo si no se les garantiza que a su regreso a Euskadi no serán molestados por la policía".

Las autoridades francesas interpretan por su parte que los recientes atentados con explosivos y cócteles molotov contra establecimientos comerciales de ese país situados en Euskadi son iniciativas de activistas o simpatizantes locales y no parte de una campaña de ETA Militar.