Delio Jardin de Matos,
ministro brasileño de Aeronáutica, cayó ayer al lago Paranoa con su avión delta mientras sobrevolaba las instalaciones de este club. Su colega de Exteriores, Saraiva Guerreira, menos pretencioso, sufrió un chapuzón en la piscina de un chalé durante una fiesta. Ambos quedaron empapados, pero ilesos. No se sabe si el maleficio amenaza al gabinete o es que han decidido ofrecer una imagen acrobática y heroica ante sus ciudadanos.
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