¡A mí, que me registren!

¡A mí, que me registren! Con estas palabras resumió ayer Felipe González su intervención en la presentación por el fiscal de una querella contra varios directivos de Banca Catalana, entre ellos el actual presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. "Yo no decido cuándo sale el asunto a la luz, no tengo por qué decidirlo yo", dijo González refiriéndose al momento en que fue presentada la querella fiscal, pocos días antes de que se produjese la votación de investidura de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat.El caso Banca Catalana y sus repercusiones fue uno de los temas más extensamente abordados por González en su encuentro de ayer con la Prensa, poco después de haber finalizado la reunión del comité federal del PSOE, donde el asunto también había sido discutido.

Aunque dejó claro que el momento de la presentación de la querella es algo que compete dé manera exclusiva a la Fiscalía General del Estado -y, a propósito de ello, mostró un informe de esta Fiscalía en que así se admite-, el presidente advirtió que "no va a ser este Gobierno el que guarde un asunto en el cajón". Y añadió: "Me preocupa que aquí se perviertan los valores morales, aunque no conozco un solo país que no hubiese hecho una utilización de esta cuestión durante una precampaña electoral".

"Este caso no debe tomarse como una pelea entre Madrid y la Generalitat, o entre el Partido Socialista y la Generalitat; hay que tomarlo con absoluta frialdad. Nuestra fuerza moral consiste en tener la conciencia tranquila y no perder la paciencia. La verdad se va a abrir paso hasta las últimas consecuencias" dijo.

Luego, el presidente del Gobierno confirmó que había mantenido una entrevista a solas con Jordi Pujol el pasado 20 de enero, durante la que se trató el tema del agujero descubierto en Banca Catalana, y haberle enviado, tres días después, un informe completo sobre el caso. González se mostró "sorprendido" por la reacción de las fuerzas parlamentarias de oposición al rechazar un debate sobre Banca Catalana.

"Alguna sustitución"

Sobre el malestar que aparentemente existe en el seno del Partit Socialista de Catalunya, Felipe González se manifestó con cautela: "Hay que dar tiempo para que la decisión de los compañeros del PSC se madure y no caer, por tanto, en precipitaciones".Similar cautela empleó cuando fue preguntado acerca de sus intenciones de hácer una próxima crisis de Gobierno: "Claro que tendrá que haber alguna sustitución", admitió, pero aseguró que son "meras especulaciones" las hipótesis sobre cuándo se producirían tales sustituciones y a quiénes afectarían. Después hizo notar que el suyo es el Gabinete que más tiempo ha durado en toda la etapa democrática.

El comité federal del PSOE, que permaneció reunido durante todo el fin de semana bajo la presidencia de Felipe González, convocó oficialmente el 30º Congreso del partido para los días 14, 15 y 16 de diciembre próximo. Al congreso asistirán 768 compromisarios -cifra no definitiva-, que son representantes de los 153.076 afiliados al partido.