Felipe González anuncia que el Gobierno clarificará su postura respecto de la OTAN antes de fin de año

El presidente del Gobierno, Felipe González, dijo ayer que el Ejecutivo y el partido socialista pondrán fin a su actual ambigüedad sobre la permanencia o no de España en la OTAN, y anunciarán una postura clara antes de que, en diciembre, se celebre el 30º Congreso del PSOE. En tanto que secretarío general del PSOE, González, al término de la reunión que mantuvo este fin de semana el comité federal socialista, pareció excluir tanto la opción neutralista como, en el otro extremo, la plena integración en la estructura militar de la Alianza Atlántica.

Según Felipe González, la decisión que tome el Gobierno se situará en el arco que va desde la restitución de la situación anterior a mayo de 1982 -es decir, salida de España de la OTAN, manteniendo los pactos bilaterales con Estados Unidos- hasta la permanencia en el mismo status actual, de integración en la Alianza Atlántica pero sin encuadrarse plenamente en su organización militar. Ambas posturas, recordó, preservan los postulados esenciales del programa socialista: no romper los pactos con Washington e impedir la nuclearización de España.El presidente admitió que es "razonable" que los españoles quieran saber cuanto antes cuál es la postura oficial al respecto, y prometió una respuesta "en los próximos meses". "Los socialistas no cometeremos la torpeza de hacer un congreso federal polarizado en torno al tema "OTAN, sí / OTAN, no", agregó.

De estas declaraciones se deduce claramente que la posición oficial se anunciará a la opinión pública antes de que, los días 14, 15 y 16 de diciembre próximos, se desarrolle el 30º Congreso de los socialistas, primero en celebrarse con el PSOE en el poder. González admitió, además, que los dirigentes socialistas realizarán una campaña de mentalización interna, dirigida a los militantes del partido, en favor de la postura oficial.

Pronunciamiento favorable

Cuando un periodista le dijo que esa postura oficial estaba clara para todos los españoles, dando a entender que habrá un pronunciamiento favorable al mantenimiento dentro de la Alianza en las condiciones actuales, el presidente se limitó a sonreír, sin querer precisar más sus intenciones. "Cualquiera que sea la decisión que adoptemos, no va a satisfacer, desde luego, a todo el mundo", dijo. Añadió que éste "no es un buen motivo, como no lo es ninguno relacionado con la política exterior, para crear dificultades al Gobierno". Criticó a la oposición por cometer "errores tremendos" en este campo, y puso como ejemplo el que se planteen preguntas parlamentarias relacionadas con la extradición de etarras.Pese a su deliberada ambigüedad en relación con la OTAN, en un momento de la inesperada conferencia de Prensa que mantuvo con los informadores, González repitió un argumento esgrimido el día anterior por el secretario de Imagen del PSOE, Guillermo Galeote, subrayando que "en Europa no se identifica" la salida de la OTAN con el mantenimiento de la paz; "son cosas no homogéneas". Esta misma heterogeneidad fue la que impidió, según el jefe del Gobierno, que el PSOE se adhiriese a la convocatoria de la manifestación pacifista celebrada ayer.

González rechazó que la única fecha hábil para la convocatoria del referéndum sobre la permanencia o no en la OTAN esté comprendida en los primeros meses de 1985; también podría celebrarse, dijo, en los primeros meses de 1986. Con ello, el presidente pareció, además, negar la probabilidad, apuntada especialmente desde algunos medios de la oposición, de que se produzca un adelantamiento de las elecciones generales. La ley del Referéndum marca separaciones obligatorias entre una consulta popular y la celebración de elecciones, incluso regionales.

El presidente resumió a los informadores los puntos tratados en su intervención política, a puerta cerrada, ante los 140 miembros del comité federal (máximo órgano de decisión entre congresos): además de las cuestiones internacionales -la más destacada de las cuales fue la OTAN-, tocó cuestiones autonómicas y económicas. En este último terreno, González destacó que, aunque el déficit público y el paro continúan siendo los problemas más graves, el crecimiento del producto nacional bruto el año pasado fue el doble que la media europea occidental, y casi otro tanto podría ocurrir si se cumplen las previsiones para 1984.

Moderación autonómica

En cuanto a las autonomías, confirmó que no todos los procesos se regirán por las mismas normas, recordando que "existen las vías de los artículos 151 y del 143 de la Constitución". Como en el caso de la economía, reclamó moderación" y "tiempo" para solucionar los problemas. "Cambiar la estructura del poder político del Estado es algo que debe hacerse de forma sosegada", advirtió, tras lamentar que "se esté creando la imagen de que las autonomías pueden llegar a crear excesivos problemas".Definió al PSOE como un "elemento aglutinante" dentro de la variedad y elementos diferenciales que caracterizan al Estado autonómico. Pero también se atisba, dijo en clara referencia a la llamada operación reformista, un proceso a la inversa: "el de los partidos que pretenden, a partir de una experiencia regional, hacer una experiencia nacional. Esto tiene la limitación de que la cuenta total, al sumar todas las aspiraciones nacionalistas, tiene que dar 100, y no 180".