Sólo tres de las 18 depuradoras instaladas en la cuenca del Segura funcionan adecuadamente
De las 18 depuradoras que hay instaladas en la cuenca del Segura a su paso por la región de Murcia sólo tres se encuentran en estado satisfactorio. Las restantes no funcionan o lo hacen a bajo rendimiento, y además, seis de ellas son irrecuperables. Esta situación, y los constantes vertidos de residuos de las fábricas de conservas y de las poblaciones, han convertido al Segura en una cloaca cuyo saneamiento costaría hoy entre 2.000 y 3.000 millones de pesetas, según un estudio realizado por la Universidad de Murcia, a instancias de la comunidad autónoma.
Este proyecto de la universidad murciana consta de 10 tomos que reúnen el trabajo de 21 personas durante cuatro años. Ha sido muy bien acogido por el consejero de Política Territorial e Infraestructura, José Salvador Fuentes.Sin embargo, el problema surge en cómo llevar a cabo la financiación. Para Fuentes, es imposible que una obra de esta envergadura la acometa en solitario la comunidad autónoma: la Administración central, afirma, tendría que intervenir. De hecho, en los presupuestos para este año no se destina ninguna partida al plan -aunque también es cierto que en el momento de su elaboración todavía no estaba concluido- y sólo hay prevista una inversión de 100 millones de pesetas para reparación de dos depuradoras.
En este sentido, el Grupo Popular de la Asamblea Regional ha presentado una interpelación sobre qué piensa hacer el Gobierno autónomo para el saneamiento del río una vez que se ha declarado incompetente en el tema. Sin embargo, tampoco se descarta que sean los usuarios quienes tengan que hacer el desembolso. Precisamente ya hay un precedente en el Plan de Saneamiento Integral de Madrid, que se está financiando a base de incrementar paulatinamente la tarifa de agua.
Actualmente el río recibe diariamente unos 170.000 metros cúbicos de residuos, de los que un 60% son de origen doméstico; el 30%, procede de la industria y el 10% de mataderos. Sin embargo, en la Vega Media -desde Tiesa a Alguasas, aproximadamente- donde el índice de contaminación es más grave, el 50% de los residuos son de origen industrial, al estar asentadas en esta zona el mayor número de plantas conserveras.
El plan que ahora estudia la Consejería de Política Territorial e Infraestructura plantea dos sistemas de saneamiento: el tradicional, a base de construcción de plantas depuradoras cuyo coste sería actualmente de 3.142 millones de pesetas, o bien otro mixto, en el que se potenciaría el sistema de lagunaje y que tendría un presupuesto de 2.194 millones.
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