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El Gobierno cree que el discurso de Pujol en la plaza de Sant Jaume empeora las relaciones

El Gobierno central considera que las palabras de Jordi Pujol pronunciadas anteayer desde el balcón de la plaza de Sant Jaume, en las que habló de indignidad y de falta de ética, refiriéndose al Ejecutivo presidido por Felipe González, agravan el deterioro de las relaciones entre ambas instituciones, según indicaron ayer fuentes gubernamentales. El ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, será, en principio, quien ostente la representación del Gobierno en la toma de posesión de Jordi Pujol como nuevo presidente de la Generalitat, según las mismas fuentes.

El portavoz del Gobierno, Eduardo Sotillos, precisó ayer a este diario, sin embargo, que aún no había una decisión al respecto. El Gobierno admite que De la Quadra, en las presentes circunstancias, sería mal recibido en la Generalitat -se le recrimina en concreto su protagonismo en la elaboración de la LOAPA-, pero quiere anteponer el hecho de que es el ministro a quien, por sus competencias, le corresponde asistir a un acto de esta naturaleza si no lo hace el propio presidente Felipe González.El presidente del Gobierno ha descartado la posibilidad de visitar Barcelona, mañana, sábado, con motivo de la inauguración de la 52ª edición de la Feria Internacional de Muestras. Será el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, quien asista a la inauguración representando a González. Fuentes gubernamentales atribuyen esta ausencia "al clima de hostilidad contra el Gobierno desatada en Cataluña en los últimos días".

Felipe González tenía la intención de acudir a esta inauguración, aunque tropezaba con el inconveniente de la reunión, ese mismo sábado, en Madrid, del Comité Federal del PSOE, donde su presencia se considera inexcusable. En esa reunión se abordará el análisis de los resultados electorales catalanes y, previsiblemente, la crisis en las relaciones institucionales entre Gobierno y Generalitat tras la querella por Banca Catalana.

El presidente Pujol pidió hace algunas semanas al presidente del Ejecutivo que, en un gesto de diálogo tras la victoria electoral de CIU, se trasladara a Barcelona para inaugurar la feria, según reveló aquél en el Parlament, el pasado miércoles, en el debate de su investidura. Los directivos de la feria habían pedido también a Felipe González que acudiera a presidir la inauguración. En las presentes circunstancias, señalaron fuentes políticas, se descarta cualquier entrevista entre Boyer y el presidente de la Generalitat.

Las relaciones institucionales entre el Gobierno central y el de la Generalitat "están peor de lo que la gente piensa", según fuentes socialistas.

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