Maravall anuncia que los planes universitarios de estudio serán modificados sustancialmente

El Ministerio de Educación y Ciencia tiene el proyecto de modificar sustancialmente los planes de estudio de gran parte de las actuales carreras universitarias y, consecuentemente, las titulaciones a que éstos dan lugar. Los estudios se adecuarán a las necesidades reales de la sociedad y a las expectativas de empleo, según explicó el titular del departamento, José María Maravall, ante la Comisión de Educación y Cultura del Congreso.

El ministro anticipó que si se mantienen las previsiones actuales de demanda de la enseñanza universitaria, al finalizar el siglo el 10% de la población activa tendrá una titulación universitaria. Desde esta perspectiva, ponderó el desfase entre el crecimiento de nivel de desempleo en profesiones para las cuales, no obstante, la demanda de enseñanza sigue creciendo incesantemente.Entretanto, señaló el ministro, hay todavía muchas titulaciones que no se pueden obtener en la Universidad. En cuanto a la escasa adecuación a la realidad de gran parte de los estudios universitarios, el ministro citó el ejemplo de que actualmente no haya ni una sola cátedra de japonés en la Universidad española.

La reforma que el ministerio planea parte de un análisis exhaustivo de las expectativas de empleo, que en estos momentos realiza el departamento. En este sentido, el ministro anticipó que se van a potenciar las ingenierías y las universidades politécnicas, y dentro de éstas, las escuelas universitarias, tuya demanda actual es relativamente pequeña y desde luego inferior a la que se produce en las carreras de ciclo largo.

Entre los proyectos de desarrollo de la ley de Reforma Universitaria, el de la ley sobre el Consejo Social es el que más suspicacias parece despertar entre los miembros del principal grupo de la oposición. Los representantes del Grupo Popular se refirieron ayer en reiteradas ocasiones a los peligros de politización que este órgano puede introducir en la Universidad.

La ética socialista

No obstante, el debate adquirió su tono más tenso al referirse el diputado del Grupo Popular Fernando Suárez a aspectos éticos del proceso de desarrollo de la ley de Reforma Universitaria que, en su opinión, se están poniendo gravemente en entredicho. Fernando Suárez aludió concretamente al compromiso formal que el Grupo Socialista contrajo de renunciar a la integración en el Cuerpo de Catedráticos de Universidad los parlamentarios socialistas que tuviesen la condición de agregados de universidad en ese momento. Fernando Suárez manifestó su sorpresa ante el hecho de que sólo tres o cuatro ministros y el propio presidente del Congreso habían cumplido con este compromiso, puesto que, lógicamente, tiene que haber muchos altos cargos del partido en el Gobierno que estén afectados por esta norma y por este compromiso moral.En ese mismo contexto se refirió a la notoriedad de algunos altos cargos del propio departamento de Educación y Ciencia, que en estos momentos están afectados por la convocatoria de las pruebas de idoneidad que posibilitarán que un número determinado de profesores no numerarios se conviertan en profesores titulares de la Universidad.

El ministro le replicó que el tema de los agregados parecía constituir ya una fijación del diputado Fernando Suárez, rechazó la idea de que los 30.000 socialistas que desempeñan cargos públicos se vean constantemente obligados a renunciar a sus derechos y afirmó que ninguno de los miembros que puedan estar afectados por las pruebas de idoneidad y que forman parte actualmente del equipo directivo de Educación y Ciencia ha tenido la menor contribución en la designación de los tribunales de las pruebas de idoneidad.