Satisfacción de Bonn y rechazo matizado de Londres al proyecto europeo de Mitterrand

El discurso del presidente francés, François Mitterrand, en Estrasburgo, sobre la necesidad de potenciar la unidad política europea y de establecer una Europa de dos velocidades, con una participación más destacada de los elementos más comprometidos en el proyecto común, ha sido acogido con división de opiniones en el continente. Entre las más favorables se encuentra la de Bonn, mientras que Londres ocupa el otro extremo. Felipe González considera que Europa ha de hacer un esfuerzo por lograr la unidad, pues en caso contrario puede iniciar un peligroso proceso de decadencia.

Las propuestas francesa para impulsar el desarrollo de la Comunidad Europea y la reforma de los mecanismos de veto en el Consejo de Ministros cuentan con el apoyo del Gobierno y de la oposición de la República Federal de Alemania (RFA), desde donde informa José Comas. Ya hace tiempo que se habla en Bonn de poner en marcha una Europa con dos velocidades, "en la que la velocidad del convoy no vaya marcada por los más lentos", según expresión del canciller Helmut Kohl. La idea de reducir el paralizador derecho de veto a casos muy concretos y precisados ya la apoyó el Gobierno de la RFA en una iniciativa para la unión política de Europa en la primavera de 1982.Kohl y Mitterrand se encontraron el pasado domingo en Saarbrücken y volverán a reunirse a principios de la próxima semana en Rambouíllet durante dos días. El eje Bonn-París parece marchar, y trata de marcar la velocidad de la comitiva europea.

El Reino Unido no autorizará el aumento de los recursos propios de la Comunidad Económica Europea mientras que no se solucione el problerna de su contribución" financiera al presupuesto comunitario y se controlen los gastos agrícolas, según insistió ayer el secretario del Foreign Office, sir Geoffrey Howe, en lo que se interpreta como un arespuesta al discurso de Mutterrand, informa Soledad Gallego-Díaz.

Howe no mencionó la posibilidad de una Europa de dos velocidades, pero señaló que Gran Bretaña es miembro de pleno derecho de la CEE y que nadie puede negarle sus títulos de legitimidad para ello. Aseguró que su Gobierno tiene voluntad europeísta y desea una Comunidad Miás fuerte, pero añadió que ello sería posible únicamente "con el esfuerzo de todos".

Al margen de las declaraciones oficiales, el discurso de Mitterrand ha sido acogido en medios políticos londinenses como una advertencia franco-alemana en el sentido de que si fracasa también la próxima cumbre de Fontainebleau los países partidarios de re lanzar la CEE podrían ir adelante sin el Reino Unido.

En Bruselas se considera irreal que en la Europa a dos velocidades el Reino Unido pueda quedar descolgado, informa Andrés Ortega. Los británicos participan en numerosos proyectos conjuntos -el cohete Ariane, el, acuerde de unificación de normas de siete grandes multinacionales europeas de la informática, el avión Airbus, el proyecto JET sobre la fusión nuclear, por citar algunos-, pero ello no obsta para ver la patente necesidad de una reforma institucional de la CEE y de su sistema de decisiones.

Los medios comunitarios de Bruselas están divididos entre los que piensan que la propuesta de Mitterrand es un artilugio -con las ideas de un Tratado de Unión Europea- y los que creen que convocatoria de una conferencia para relanzar la integración europea, aunque sea a la carta o a dos velocidades, son serias y llevan buen camino.

Puede decirse que las palabras de Mitterrand han sido altamente, valoradas en Francia, desde donde informa Feliciano Fidalgo, por su europeísmo, aunque no hay que olvidar que !e está desarrollando la campaña para renovar la asamblea parlamentaria de la CEE. En todo caso, el europeísmo del presidente se considera en París como un desario, más a la mayoría gubernamental que a la oposición.

La opinión de González

"Si no hay un esfuerzo de unidad", manifestó ayer Felipe González González, "Europa puede, y digo puede con toda prudencia iniciar un período de decadencia peligroso. El esfuerzo com. ún es elemental. Yo creo que eso es lo que movilizaría a la opinión pública europea y lo que daría fuerza a las elecciones de junio". presidente del Gobierno es pañol manifestó a Radio Nacio nal de España que tiene "la impresión de que las elecciones europeas no van a ser muy movilizadoras para la opinión pública, y eso es lamentable, porque Euro pa tiene que emprender el camino de la unidad seriamente, tiene que acercarse cada vez más a la unidad política". González, en un diálogo con los periodistas en París, declaró que aún no conocía a fondo el discurso de Mitterrand, pero adelantó que "me preocupa la Europa a dos velocidades evocada por el presidente francés", pero señaló que, en el caso de que se vaya en esa dirección "a mí me gustaría estar en la más dinámica".