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Entrevista:

Faruk al Chara: "Arafat ha perdido la confianza del pueblo palestino"

Cuando evoca los éxitos cosechados en Líbano por su país -salida de la fuerza multinacional, abrogación del acuerdo israelo-libanés, formación de un Gobierno de unión nacional- frente a su enemigo tradicional, Israel, respaldado incondicionalmente por EE UU, Faruk al Chara, ministro sirio de Asuntos Exteriores, no puede disimular su satisfacción, aunque tanto triunfo sólo vaya a servir, da a entender, para poder celebrar la boda de la paz, a la que, lamenta, uno de los cónyuges, Israel, se niega a dar su consentimiento. El titular de Exteriores de Siria, principal aliado de la URSS en Oriente Próximo, no parece, en cambio, dispuesto a casarse con el líder palestino, Yasir Arafat, del que asegura que "ha perdido la confianza de la mayoría de su pueblo". Durante casi dos horas, Chara recibió en Damasco a un pequeño grupo de periodistas, entre los que se encontraba el enviado especial de EL PAIS.

Pregunta. Desde que el Gobierno libanés abrogó en marzo el acuerdo israelo-libanés, que Siria consideraba peligroso para su segur¡dad, Damasco se ha esforzado por desactivar el conflicto de Libano. ¿Está usted satisfecho de lo que ha conseguido en estos dos meses?Respuesta. Qué duda cabe de que, tras las conferencias de Ginebra y Lausána y la formación de un nuevo Gobierno de unión nacional, presidido por Rachid Karame, hemos conseguido algunos progresos en Líbano. El país está ahora bien encauzado, pero no ..nos hacemos muchas ilusiones sobre la rapidez con la que se pueda resolver la larga y complicada crisis libanesa, en la que se produce, además, una doble interferencia israelí, abierta y secreta.

P. Si Líbano está bien encauzado, ¿no ha llegado el momento de que Siria retire sus tropas del este y norte del país?

R. A principios de la guerra civil, fuimos invitados a destacar tropas en Líbano por el propio Gobierno libanés y varias facciones beligerantes. Dos cumbres árabes sucesivas, en Riad y en El Cairo, aprobaron nuestra presencia allí. Nuestras, fuerzas armadas no pueden ser equiparadas con un Ejército de ocupación. Cualquier comparación con la ocupación israelí es, para nosotros, una blasfe mia. Cuando los israelíes se marchen de¡ sur del país y cuando la reconciliación nacional se vaya afianzando nos podremos ir.

'Líbano y Siria hemos sido un único país'

P. Ya sabemos cuándo se retirarán las tropas sirias de Líbano, pero, ¿cuándo se abrirá una embajada siria en Beirut, con la que el Gobierno del que forma parte reconozca la independencia y soberanía de Líbano?

R. La respuesta detallada a esta pregunta requeriría una larga exposición histórica. Líbano y Siria hemos sido un mismo y único pais durante muchos años. Fue el colonizador francés, el general Gouraud, quien nos dividió artificialmente en 1850. Peto aún hoy en día, Líbano está tan cerca de Siria como, por ejemplo, Escocia de Inglaterra. Evocar la apertura de embajada es, por tanto, malinterpretar la historia.

P. Hace ahora casi un año que Yasir Arafat, el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), fue expulsado de Siria. ¿Cómo han evolucionado las relaciones durante este tiempo entre Damasco y Arafat?

R. No existe ningún problema de índole personal en nuestras relaciones con Arafat. El nudo gordiano es que la mayoría de la OLP considera que Arafat no es un dirigente aceptable para reunificar sus filas. Los palestinos han dejado de identificarse con él. El asunto viene de lejos. Tras su salida de Beirut sitiada, Arafat no sabía qué hacer, y si lo sabía, peor me lo pone. Los medios de comunicación de inspiraron un sentimiento de victoria, que disminuyó aún más su ya escasa receptividad ante las críticas que emanaban de su organización. Aunque seamos un buen abogado de la causa palestina, no tenemos -ningún país árabe la tiene- la capacidad de desacreditar a Arafat hasta los niveles de desprestigio en los. que ha caído.

P.¿Niega usted que, como lo denunció Arafat, tropas sirias hayan estado directamente involucradas en la batalla de Trípoli, donde estaba cercado el líder palestino junto con sus partidarios?

R. No acostumbramos a desmentir lo que no hacemos. Si hubiésemos sido beligerantes lo hubiésemos dicho públicamente.

P. Pero algunos de nosotros estuvimos en Trípoli y vimos caflones sirios disparar contra la ciudad...

R. Seamos serios. Si nuestro Ejército regular hubiese estado implicado en aquella batalla, el cerco de Trípoli no hubiese durado más de 24 horas.

P. ¿Qué opina el Gobiem sirio del diálogo que, desde hace casi tres meses, han reanudado Arafat y el rey Hussein de Jordania?

R. Si buscan una solución global al conflicto tienen nuestra aprobación. Si sólo pretenden alcanzar un arreglo bilateral nos parece mal. Mucho me temo que se están adentrando por esta última vía alentados por la perspectiva de la vuelta al poder de los laboristas israelíes, y con el plan Reagan como telón de fondo. Arafat vive con un montón de ilusiones. Piensa que si guifia un ojo a los norteamericanos, EE UU se apresurará en establecer un diálogo con él y, poco después, Israel acabará reconociendo los derechos palestinos. Lo malo es que las ilusiones de Arafat son compartidas por algunos países árabes de la zona.

P. Entonces, ¿en qué paz cree Sinia?

R. Aunque cierta Prensa occidental sostenga que la OLP, Jor dania o nosotros somos el cerrojo que impide llegar a la paz, el único obstáculo es, en realidad, Israel. Para nosotros la paz no debe de ser en ningún caso bilateral, es de cir, destinada a recuperar el Go lán. Fuimos en su día la principal fuerza a favor del plan de paz adoptado por la cumbre árabe de Fez y somos ahora partidarios de una conferencia: internacional. Pero la paz es como una boda: es necesario el consentimiento de los dos novios para realizarla, e Israel se niega a darlo.

'La URSS no nos escatima su ayuda'

P. Para contrarrestar ese total alineamiento de Washington con Tel Aviv, ¿se ha convertido Siria en el aliado privilegiado de la URSS en Oriente Pr óximo?

R. Nuestra relación con la URSS dura ya desde hace más de tres décadas, pero ha ido en auge a medida que aumenta,el respaldo de EE UU a Israel. La URS S sabe que estamos en situación de auto defensa y no nos escatima su ayuda, que, por otra parte, tampoco allana nuestra independencia.

P. Siria es el único país árabe que en el conflicto que enfrenta a Irak con Irán ha tomado parte por este último país. ¿Por qué?

R. No es un secreto que fue Irak el que empezó la guerra, que nosotros fuimos, por cierto, los primeros en denunciar como una auténtica locura ruinosa, y muy costosa en vidas humanas, al tiempo que multiplicamos los esfuerzos, junto con Arabia Saudí y otros países del golfo, para tratar de detenerla. Algunos países árabes se resisten, en cambio, a realizar gestiones para apaciguar la tensión bélica y uno o dos se alegran incluso de su prolongación. No tenemos muchas esperanzas de que se logre la paz, pero qué duda cabe que una autocrítica del régimen iraqui contribuiría a facilitar las cosas, dando parcialmente satisfacción a las reivindicaciones iraníes.

P. ¿Se ha desatado, como se ha escrito en Occidente, una guerra de sucesión tras la enfermedad padecida en noviembre por el presidente Hafez el Asad?

R. Siria no tiene graves problemas internos. Asad nunca ha sido tan popular como ahora desde su acceso al poder y su celebridad trasciende las. fronteras, para extenderse por otros países árabes: el partido y el Ejército están unánimemente tras él, la fuerza multinacional ha salido de Líbano, el acuerdo líbano-israelí ha sido abrogado, Siria ha duplicado su influencia en Líbano y la falta de esperanza que reina en el mundo árabe ha disminuido por nuestra postura honrada y valiente.

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