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Entrevista:CENTROAMÉRICA, EN LA HORA DE LAS URNAS

"Es necesario restaurar la disciplina en las fuerzas armadas"

Más de 20 años de plena dedicación a la política avalan la auténtica vocación del ingeniero José Napoleón Duarte. Nadie puede discutirle una desbordante fe en sí mismo, que dos años atrás le llevó a manifestar en público que quería ser el salvador de su país. Convertido hoy en presidente electo, dice que "ésa es una ilusión no sólo mía, sino de todo el pueblo salvadoreño, que quiero salir de una situación histórica de opresión en la que ha estado sumido".

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ENVIADO ESPECIALEn la Junta de Gobierno, en la que compartió el poder con los militares, José Napoleón Duarte tuvo ocasión de conseguir algunos de los objetivos ahora trazados. A veces ha dicho que no pudo lograrlo porque entonces no tenía poder suficiente. "Jamás me disculpo de las cosas que hago, porque las hago a conciencia. Hice en la Junta lo que tenía que hacer. Ahora haré también lo que debo con la autoridad que me da la Constitución".

Pregunta. ¿Es suficiente para enfrentarse, por ejemplo, a los escuadrones de la muerte?

Respuesta. La Constitución permite abrir un proceso para restaurar el orden en el país, y eso implica hacer frente a los escuadrones de la muerte. Esto exige el esfuerzo de todos los salvadoreños dentro de lo que he llamado pacto social, ya que ninguno de nosotros es capaz de resolver el problema por sí solo; pero juntos, sí.

P. ¿Significa esto depurar a las fuerzas armadas?

R. Tengo la convicción de que en las fuerza armadas es necesario restaurar la verticalidad y la disciplina, que sufren pérdidas después de un golpe como el de 1979. Entonces se producen acciones horizontales que generan abusos de autoridad. Estoy dispuesto a enfrentar ese problema, pero no se puede confundir a la institución armada con el esquema de violencia.

'Voy a gobernar con la Constitución en la mano'

P. En alguna ocasión ha hablado de responsabilizar a los jefes militares de lo que ocurra en sus respectivas áreas.

R. Eso forma parte de la recuperación de la verticalidad. De acuerdo a la estructura militar, el jefe responde de las acciones de sus subalternos.

P. Durante la campaña, su partido ha acusado al comandante de Morazán Jorge Cruz de obstaculizar sus movilizaciones con métodos ilegales. ¿Revisará este caso?

R. Tomaré decisiones cuando corresponda, y, según la disciplina militar, es al alto mando a quien corresponde ejecutarlas.

P. ¿Piensa que va a tener suficiente poder para aplicar estas iniciativas en el sector militar?

R. Voy a gobernar con la Constitución en la mano, y eso significa tener la autoridad.

P. En 1972, los militares le robaron el triunfo en las elecciones. ¿Cree que le van a dejar gobernar ahora?

R. Eso forma parte de la historia. Yo dije entonces que, si la situación seguía igual, en cinco años tendríamos guerrilla. Los grupos hegemónicos de entonces decidieron no entregar el poder a la oposición, y eso originó la violencia. Pero esta vez ha habido un proceso de tres elecciones, en las que el pueblo ha confirmado una vez tras otra su voluntad de que yo sea el gobernante.

(Mientras Duarte concedía esta entrevista, su rival, Roberto d'Aubuisson, anunciaba su triunfo, en una finta de claro signo golpista.)

"Los que se frustraron entonces", prosigue Duarte, "se fueron a la montaña. No entendieron que había que ganar la batalla de las mentes, en lugar de ganar la batalla de las balas. Nosotros nos quedamos y hemos logrado vencer".

P. Pero aún quedan serios enemigos. ¿Qué va a hacer si D'Aubuisson trata de desestabilizar el sistema?

R. Los instrumentos de la ley deben ser aplicados para defender la democracia contra todos los enemigos, y esto incluye a los enemigos de la derecha.

P. Pero así como la izquierda está definida porque pega tiros en la montaña, la derecha está dentro del sistema, y tal vez sea más difícil de identificar y anular.

R. Los dos enemigos están claramente definidos e insertados en el sistema. Eso de que la guerrilla está en la montaña es sólo un símbolo, porque, con la estrategia de la guerra popular prolongada, actúa en cualquier parte. Igual sucede con la extrema derecha, que es también una guerrilla subversiva. Ambas usan la misma estrategia. Por eso hay momentos en que todo el mundo se confunde y atribuye a unos las acciones de los otros.

P. Dice que la situación ahora es diferente porque el pueblo Apoya a la democracia, pero el Ejército salvadoreño tiene una tradición golpista y bien puede olvidarse de eso.

R. Si eso ocurre, yo no estaré en el Gobierno, y le estoy hablando de mi Gobierno, de Napoleón Duarte como presidente que, ejerce la autoridad que le da la Constitución.

P. Usted ha anunciado un plan de pacificación que en una segunda fase incluye un diálogo nacional en el que podrá participar la izquierda. ¿Qué quiere decir esto?

R. Yo he planteado una estrategia global que parte de la base de que una solución militar no resuelve nada. Yo creo en una solución política. En esto hay dos concepciones: unos dicen que, puesto que hay guerrilla, hay que negociar con ella; otros opinan que esto sólo se termina eliminándolos a tiros. En los dos casos se están tratando los síntomas, y no las causas, de la violencia. Yo quiero atacar las causas.

P. Pero los militares quieren una solución militar.

R. Eso no es cierto.

P. ¿Y tampoco es cierto que la quiere Estados Unidos?

R. Tampoco. En la proclama de las fuerzas armadas, que ha culminado con estas elecciones, se plantearon cuatro puntos para resolver la crisis, que nó era pegar más tiros. Lo que puede ocurrir es que ese pensamiento no se transmita tal vez a todos los niveles de mando, y por eso hay diferentes concepciones en el Ejército. Lo mismo ocurre en Estados Unidos, pero la ayuda económica dice que no actúa sólo bajo una concepción bélica. Pretendo hacer comprender esto al Ejército y a Estados; Unidos, que debe respetar la soberanía de El Salvador y aceptar la estrategia que aquí se determine.

P. Durante la campaña dijo que no negociaría con las armas en la mesa, pero la guerrilla no se va a desarmar sin un acuerdo previo.

R. Con eso no estoy diciendo que no hablo con la guerrilla porque tiene un fusil. Es un símbolo para expresar que no acepto que se imponga el método de la fuerza. La guerrilla tiene que entender que el pueblo rechaza este esquema. Eso no quiere decir que su actitud no tenga unas causas reales: la violencia institucional, la violencia cultural y la violencia nazi-fascista. Eliminar esas causas es el trabajo de mi Gobierno.

'Vamos a respetar la soberanía de Nicaragua'

P. Después de eso anuncia un diálogo nacional. ¿Condicionará la participación de la izquierda a un alto el fuego?

R. No. Una vez que se haya creado un clima de seguridad y un espacio político, voy a convocar a todos los salvadoreños a ese diálogo nacional. En ese momento, la guerrilla va a tener que decidir si se incorpora o no al proceso político. Si no lo hace, los salvadoreños se darán cuenta de que son unos delincuentes y quedarán aislados ante la opinión nacional y mundial.

P. ¿Aceptan las fuerzas armadas este esquema?

R. Le estoy planteando una estrategia, del presidente. No es cosa de mañana o pasado. Es todo un proceso

P. El hecho de que Sergio Ramirez y Miguel d'Escoto se hayan declarado dispuestos a incluir en una negociación global con Estados Unidos el tema de la ayuda sandinista a la guerrilla salvadoreña eis para usted una prueba definitiva de que tal ayuda existe. ¿Qué va a hacer al respecto?

R. A un senador norteamericano le comenté que quiero decirle al pueblo nicaragúense que es injusto que su Gobierno esté interviniendo en asuntos de otra nación y que estaba dispuesto a ir a Nicaragua a decírselo. Eso se interpretó como que iba a negociar con ellos este asunto. Eso es falso. Queremos que la soberanía de El Salvador se respete y vamos a respetar la de Nicaragua. No vamos a consentir que sigan jugando con nuestro pueblo.

'Vivimos la democracia como el cristianismo'

P.¿Qué significa para usted este triunfo electoral después de lo que sucedió en 1972?

R. Ésta es la prueba de la voluntad política del PDC. Se habrá dado cuenta de que en esta elección hemos luchado contra todos y les hemos ganado a todos. Ha sido un largo camino que empezamos un grupo de jóvenes en 1960. Hemos sobrevivido y hemos escogido el método democrático como un patrón de conducta que se vive todos los días igual que el cristianismo.

P. Sus enemigos dicen que usted es mesiánico y rencoroso. ¿Cómo Se ve desde dentro?

R. Soy un hombre disciplinado, a quien el pueblo conoce y sabe lo que puede esperar de él. También un hombre que se ha convertido en centro de quienes buscan un chivo expiatorio, un mártir de los fenómenos sociales. Quiera o no, represento el sentimiento de un pueblo por su liberación, porque es el pueblo quien escoge. En un momento dado escogió a monseñor Romero, y por eso lo mataron.

P. ¿Teme usted que también lo maten?

R. Son los riesgos que hay que correr, pero no estoy midiendo eso ahora; estoy tratando simplemente de decir que,el pueblo escoge, en momentos de crisis, a quién seguir.

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