Vargas Llosa afirma que, se convirtió en escritor en Madrid

F. J."Creo que me convertí en escritor aquí en Madrid, donde por primera vez me planteé seriamente el problema de mi vocación", afirmó anoche Mario Vargas Llosa al iniciar la Semana del autor que dedica el Instituto de Cooperación Iberoamericana en torno a la obra del escritor peruano. Vargas Llosa, "ese clásico vivo", como lo llamó el editor Carlos Barral, es en su opinión una rara excepción de perennidad de la persona a lo largo de su vida narrativa y pública. Alguien que ha mantenido su alta calidad narrativa desde un principio, "y que no ha cambiado ni en su aspecto", desde la publicación, hace 21 años, de su primera, novela, La ciudad y los perros.

"La publicación de esa novela está muy ligada a Madrid", recordó Vargas Llosa; "pensé entonces que una obra como ésa no tenía la menor posibilidad de ser publicada en España, por los problemas con la censura. Creo que desde entonces cambió mi vida. En esa época parecía que lo que pasó entonces con mi novela era algo imposible que le suceda a un escritor suramericano. Soy muy consciente de que aparte del esfuerzo, el trabajo y el talento, me han acompañado desde el principio una serie de condiciones extraordinarias que en muchos casos están íntimamente ligadas a este país".

Teórico de la novela moderna

Para el escritor Manuel Andújar, que inició la mesa redonda, Vargas Llosa es "un teórico de la novela moderna y quizá la expresión más lograda del envolvente y sutil mestizaje iberoamericano". Rafael Conte, el único crítico literario del encuentro, recordó la opinión vertida por José María Valverde, quien al leer La ciudad y los perros opinó que ésta era la mejor novela escrita en lengua española después de La Regenta.

Conte enfatizó el tremendo impacto que tuvo la aparición de esta novela entre los jóvenes escritores españoles de la década de 1950 a 1960. "Lo que más me impresionó fue la ambición en este joven novelista, que enfrentaba esa capacidad ante el desencanto de la novela española de entonces. Su narrativa es, ante todo, una obr a desalienadora, liberadora y purificadora".

Isaac Montero retomó el tema del estupor que causó desde un principio la obra narrativa de Vargas Llosa entre los escritores españoles y su integración a este marco. "Fue considerado desde entonces, como uno más de ellos. La aparición de La ciudad y los perros señaló cuáles eran las carencias de la novelística española de la gene ración de los cincuenta. Llegó en el momento en que la novela española había fracasado en su lucha por conseguir un público, por ir en contra de la censura y ante el desaliento de los novelistas al no haber alcanzado estos fines. Vargas Llosa escribió lo que los novelistas es pañoles tenían en la punta de la lengua, y se transformó en modelo al tiempo que evidenciaba la sinrazón de imitarlo", concluyó.

Hoy, a las 11.30 se iniciará la segunda mesa redonda en la que se tratará su labor como ensayista literario. Intervendrán José María Castellet, Joaquín Marco y Fanny Rubio. A las 19.30 se desarrollará el tema Vargas Llosa, testigo de su tiempo, con César Alonso de los Ríos, J. J Armas Marcelo, Alberto Oliart, y Javier Tusell.