Signos de saturación en el mercado de la TV por cable en Estados Unidos
Tras un crecimiento espectacular en los últimos años, la televisión por cable parece haber alcanzado en Estados Unidos un punto de saturación, a juzgar por las dificultades económicas que están afectando a determinadas empresas de este sector. Como muestra de esta crisis, en 1983 tres programas de los grandes grupos de televisión por cable (CBS, RCA y ABC / Westinghouse) perdieron globalmente 125 millones de dólares (19.050 millones de pesetas). Los dos primeros desaparecieron y el tercero tuvo que ser vendido.Según diversas opiniones, recogidas en medios especializados informativos y financieros, la tecnología del cable ha perdido el atractivo que ejercía sobre los consumidores de imágenes norteamericanos y el sector no se ha desarrollado tanto y tan rápidamente como se estimaba en principio.
En la actualidad, cerca de 34 millones de hogares de Estados Unidos reciben uno o varios programas de televisión por cable, por los que pagan 22 dólares al mes (3.600 pesetas). Estos abonados tienen la posibilidad de acceder a miles de programas de todo tipo con contenidos informativos, deportivos, películas (24 horas sin interrupción), vídeo-rock, recetas de cocina, programas para niños e incluso fantasías sexuales servidas por la cadena Playboy.
De todos estos programas sólo cerca de 40 cuentan con un número de abonados realmente significativo para un país tan poblado como Estados Unidos. Entre estas empresas se encuentra la red de deportes y espectáculos ESPN, que tiene 30 millones de abonados; la CNN, que ofrece información ininterrumpida y que cuenta con 26 millones de abonados, o la red de vídeo-rock MTV, que tiene 19 millones de abonados, a pesar de que cuenta tan sólo con tres años de existencia.
Paradójicamente, muy pocos de estos programas consiguen beneficios. Una de las raras excepciones la constituye la red Home Box Office (HBO), distribuida por satélite, que sirve a los abonados películas sin interrupción.
A pesar de este aparente retroceso y de las dificultades financieras, los principales promotores de la televisión por cable continúan previendo un gran porvenir.
