Comienza la batalla por la recuperación del centro

El resultado de las elecciones autonómicas catalanas ha significado el resurgir de una fiebre de centrismo nunca definitivamente erradicada desde que el 28 de octubre de 1982 UCD inició el camino hacia la extinción. Políticos que permanecían agazapados recuperándose del desastre del otoño de 1982 reaparecen en los cenáculos políticos, aproximándose a una o varias de las operaciones que se delinean en el panorama español. La situación es fluida y se acelera, como ya ocurrió hace dos años, con motivo de las elecciones autonómicas andaluzas de Mayo de 1982.

La idea es resucitar, aunque con características nuevas, aquella Unión de Centro Democrático formalmente creada hace exactamente siete años, a comienzos de Imayo de 1977. Todos dicen haber aprendido de los errores; hay que evitar, aseguran los muchos que pretenden emprender el camino centrista, la tentación del partido único. Se trata de llegar a una coalición de partidos de centro en la que las formaciones regionalistas o nacionalistas tengan un papel destacado y en la que de alguna manera se reproduzcan las alas de UCD: democristianos, liberales, socialdemócratas e independientes, despojados estos últimos del lastre del franquismo reformista.Siete años después se trata de reproducir con ligeras variantes, y desde la oposición, el esquema que, tan buenos resultados diera en las elecciones de junio de 1977: un centro enfrentado al socialismo, con una derecha disminuida, como lo estuviera la de los siete magníficos en 1977, y un PCE limitado en su techo. El esquema, simple en su concepción sobre el papel, presenta, no obstante, numerosas dificultades prácticas, entre ellas la de que son muchos quienes quieren protagonizar la operación. En todo caso, la evolución de los hechos no será, ni mucho menos, inmediata.

Pero la carrera hacia el centro ha comenzado. Había comenzado, incluso, antes de que la aplastante victoria de Convèrgencia i Unió diese el pistoletazo de salida, iniciando una semana de frenética actividad.

Domingo 29 de abril. 21 horas. En la sede del Partido Demócrata Liberal, en la madrileña calle de Columela, Antonio Garrigues aplaude, por primera vez en la noche, los resultados que le transmite telefónicamente Miquel Roca desde Barcelona. Con él están Juan José Rosón, Carlos Bustelo y otros ex UCD, que se unen a los PDI, en el momento en que se descorcha una inicial botella de champaña. El PDL es el socio madrileño de la operación reformista puesta en pie por Miquel Roca. En pléña euforia, Garrigues dice que "el bipartidismo ha terminado" y que es el momento de poner en marcha una tercera opción.

En la calle de Columela se habla del próximo congreso de la Coalición Galega y de las presiones de Alianza Popular para que Eulogio Gómez Franqueira, el gran cacique orensano, desista de su participación en la operación reformista. Se comenta que Jerónimo Albertí, el líder de la Unión Mallorquina, acaba de afirmar que la victoria de CiU le demuestra que "está en el buen camino" dentro del reformismo. Se afirma que de finitivamente el congreso constituyente del futuro Partido Reformista se celebrará en noviembre, después de que Miquel Roca haya recorrido España en busca de adhesiones como, por ejemplo, la del Partido Andalucista, ex Partido Socialista Andaluz. Se asegura que el pequeño Partido de Acción Liberal, montado por Ignacio Camuñas, y en el que, entre otros, figura el ex ministro de UCD Federico Mayor Zaragoza, entrará sin dificultades en la operación. Dos incógnitas en el aire: la actitud de Adolfo Suárez y lo que pueda finalmente hacer Óscar Alzaga.

22 horas. Salones Brillante, Parla -carretera Madrid-Toledo-. Manuel Fraga, presidente de Alianza Popular, escucha, con rostro obviamente cansado y preocupado, los resultados que le transmite Carlos Argos. El dirigente conservador ha decidido aguardar en Parla, donde acaba de inaugurar una nueva sede de su partido, los resultados de las elecciones, tras haber recorrido las cuatro provincias catalanas en una más de sus maratonianas campañas. Manuel Fraga habla a sus seguidores -unos 800 comensales- y evita el tema de las elecciones. Luego, en una improvisada conferencia de prensa, admite que había esperado mejores resultados y se congratula porque al fin y al cabo en Cataluña ha ganado el centro-derecha. Muchos siguen a través de los transistores los últimos recuentos en Cataluña y escuchan a Miquel Roca afirmar, ante los micrófonos de varias emisoras, que los resultados "deben tener una traducción estatal". La operación Roca se ha puesto en marcha.

Lunes 30 de abril. 19 horas. Alicante. Juan José Rosón, ministro de Interior en el último Gobierno de UCD, pronuncia una conferencia en el Club Encuentro. Gran expectación, aunque el ex ministro evita referirse al centro político.

En Madrid, el secretario general de Alianza Popular, Jorge Verstrynge, acompañado del ex candidato Eduardo Bueno, trata de presentar los resultados catalanes como "una derrota de la izquierda". Evita referirse a los ataques que en privado comienzan a dirigirle algunos integrantes de la vieja guardia aliancista. Verstrynge no ve motivos para corregir el rumbo de la Coalición Popular. En Barcelóna, el candidato de la Coalición Popular Juan José Folchi, miembro del Partido Demócrata Popular, de Óscar Alzaga, admite que el resultado es "claramente insatisfactorio" y que "habrá que reorientar la línea política".

A las cinco de la tarde, el Grupo Parlamentario Popular ha roto las negociaciones que mantenía con los socialistas para llegar a un consenso sobre el proyecto de medidas de reforma para la Función Pública. PSOE y Gobierno especulan sobre presuntas divergencias entre AP y PDP sobre el tema.

Miércoles 2 de mayo. 16.30 horas. El Congreso de los Diputados es un hervidero de rumores. Se habla de la decisión del PDP y de la Unión Liberal, los dos partidos coaligados con AP, de abstenerse en la futura votación de investidura de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat. El PDP anula una nota de la agencia Efe en la que, citando a un portavoz del partido democristiano, se asegura que la formación de Alzaga respetará su compromiso con AP hasta las elecciones generales de 1986. Se comenta que el miembro del grupo centrista José Miguel Bravo de Laguna, secretario del Congreso de los Diputados, ha formalizado su entrada en la Unión Liberal, de Pedro Schwartz. Éste, a su vez, inaugura su nueva sede madrileña asegurando que UL se mantendrá en la Coalición Popular.