El centro sólo tiene posibilidades si hay acuerdo entre Aldolfo Suárez y Miquel Roca, según Juan José Rosón

La opción de centro en unas próximas elecciones legislativas solo tendrá posibilidades si las fuerzas que compiten por ese espacio electoral llegan a un acuerdo, según el ex ministro del Interior, Juan José Rosón. Y, de forma especial, la llamada: Operación Roca y el movimiento que encabeza el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez. "Si no se produce esta convergencia se habrá enterrado definitivamente el centrismo y yo, particularmente, no tendré ningún interés en volver a la política activa".

Para Juan José Rosón, uno de los ministros centristas que acumularon prestigio en los gobiernos anteriores al PSOE, el resultado de las elecciones catalanas puede llegar a cambiar el futuro mapa político español, "aunque hay que tener en cuenta que los comicios se han desarrollado inmediatamente después del peor trimestre de gestión de los socialistas y que tras unas semanas de nerviosismo por parte de unos y de otros la perspectiva será distinta".Para el derrotado candidato ucedista en las legislativas de octubre de 1982, la llamada Operación Roca, que nació como un deseo de respuesta moderada frente al triunfo arrolador de los socialistas y, sobre todo, como un factor defensivo de cara a las recientes elecciones autonómicas de Cataluña "ya no tiene sentido como tal, toda vez que, por un lado, se ha demostrado que han prevalecido las fuerzas nacionalistas sobre las nacionales y que se puede entrever que el mapa político español puede cambiar en breve o, de hecho, ha comenzado a cambiar".

En su opinión, la consecuencia directa de las elecciones del 29 de abril supone, por un lado, que la Coalición Popular no es una respuesta válida para la gran derecha y, por otro, la incógnita de si las relaciones entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña siguen basándose en la moderación de Convergència i Unió, a pesar de la mayoría absoluta de este partido en el parlamento catalán.

"Evitar la hecatombe"

En cuanto a la primero, Rosón estima que la ruptura de la Coalición Popular y un posible desmoronamiento de la derecha es malo para la estabilidad democrático -"sería demencial para el país que la derecha se quedase otra vez con nueve diputados"-. Y por lo que respecta a lo segundo, "hay que evitar que se produzca la sensación de una gran hecatombe. Una vez superado el nerviosismo de estos días, la situación se verá de otra forma dentro de un mes".

La reflexión principal de Juan José Rosón al cabo de 18 meses de gobierno socialista, especialmente a la vista del resultado electoral en Cataluña, es la constatación de la existencia de un electorado típicamente centrista, que pretendió castigar a UCD en los comicios de 1982, y que creyó encontrar moderación en las opciones socialista y aliancista. "El electorado se ha percatado ahora de que ese fenómeno tan extraño del centrismo que nosotros representábamos no ha sido asimilado y de qué existe de cara al futuro un sector moderado, que no renuncia al centro, que no renuncia al progreso, y que está a disgusto con la solución del 28 de octubre de 1982".

Para Rosón, existe una masa de electores centristas sin que haya una fuerza típica de centro. En su opinión, existe una operación de este tipo tiene un futuro cierto en los próximos comicios, siempre que se le o rezca al voto una opción coherente. "Si surgen y se desarrollan dos o tres operaciones distintas, que se contrapongan, aunque el elector desee esa fuerza representativa, podría renunciar a votarla. Si las opciones centristas se aglutinan en una coalición fuerte, el resultado será la verdadera tercera vía con fuerza suficiente en el panorama político español".

Lo importante para el ex ministro, que hasta la fecha no se ha decantado claramente en favor de ninguna opción política concreta, "es que Miquel Roca y Adolfo Suárez lleguen a un acuerdo serio y profundo. Hay suficiente generosidad por parte de ambos corno para evitar un planteamiento individualista, un planteamiento de quién es el jefe de la operación. Creo que, además, Adolfo Suárez podría hacer un gesto de grandeza política, un sacrificio que fuese realmente valorado por los españoles interesados en esta opción. Si se llegase a este acuerdo, yo me integraría en el nivel que se me asignase. De lo contario, me mantendría apartado de la política".

Juan José Rosón considera, en cualquier caso, que "hay que hacer una cosa distinta a la UCD. Todos los que, de una u otra forma, hemos sido activistas de este partido estamos marcados de por vida, runque el desprecio de los electores en las semanas y meses si guientes a las elecciones del 82 se comienza a trastocar en un cierto respeto. Como si se hubiese llegado a la conclusión de que no lo hicimos tan mal en realidad".