Niños gallegos tienen que recibir sus clases a la intemperie
Niños de la población rural gallega de Agualada (La Coruña) reciben sus clases a la intemperie desde la vuelta de las vacaciones de Semana Santa, tras la decisión municipal de cerrar el local habilitado como escuela. El maestro ha sido expedientado después de denunciar las condiciones sanitarias existentes en el aula.Los 27 escolares habían sido destinados a principios de curso, dada la congestión del centro comarcal del que dependen, a un bajo alquilado por el ayuntamiento, y que, según el profesor responsable del aula, presentaba graves deficiencias de tipo higiénico y sanitario. Entre otras anomalías, según el informe docente, no tenía ventilación y estaba lleno de arañas.
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