Eusebio Sempere recibe en silencio y con alegría el homenaje popular de su ciudad natal en Onil
Eusebio Sempere recibió ayer en Onil (Alicante) el título de hijo predilecto de su ciudad natal con un caluroso homenaje popular que llenó de emoción al escultor y pintor, quien a lo largo de la mañana no llegó a pronunciar palabra alguna, embargado por la alegría de verse rodeado de sus amigos, vecinos y compañeros de la infancia. Numerosas personas del pueblo se sumaron al acto oficial en que el escultor y pintor de Onil fue proclamado hijo predilecto de la villa.
La mañana fue muy larga para Sempere, de 59 años, que, aquejado de una parálisis parcial, fue llevado hasta el salón de actos del ayuntamiento una hora antes del pleno extraordinario, donde se le entregó el distintivo de la ciudad y una placa conmemorativa.Vicente Juan Sanchís, alcalde socialista de Onil, presentó la figura de Sempere como la de un hombre universal "en su lucha constante por la investigación dentro del arte cinético", y exaltó Ios valores humanos y la calidad artística de su obra". Estaban presentes, además del alcalde, el conseller de Cultura de la Generalitat, Cipriá Ciscar, y el presidente de las Cortes valencianas, Antonio García Miralles. "Parece que no soy mala persona", fue todo el comentario que hizo el propio homenajeado a este diario, a propósito del cariño que le manifestaron los oradores.
Generosidad y sencillez
La generosidad, la solidaridad y la sencillez humana del artista fueron cualidades destacadas por el alcalde, que realizó una glosa exhaustiva de la brillante carrera de Sempere, del que manifestó: "Es un creador, un artista sensible y bueno", para añadir más adelante que "con el aire luminoso de las obras de Sempere, la pintura española recupera su serenidad y transparencia". La propuesta de nombrar a Sempere hijo predilecto de Onil terminó con la aprobación por aclamación de todos los ediles presentes y el artista, que estaba sentado en un extremo de la mesa presidencial, recibió la acreditación. En el mismo acto recibió las primeras monedas acuñadas sobre dos de sus obras -Mujer con mandolina y La escayola-, realizadas en oro y plata por el Banco de Alicante, dentro de la serie limitada Pintores alicantinos.El homenaje se cerró con la inauguración del busto que sobre Sempere ha realizado su colega Pablo Serrano. La escultura se ha colocado junto a la fachada del ayuntamiento, en la Plaza Mayor de Onil. Sempere se trasladó para contemplar su inauguración hasta el despacho del alcalde, donde le izaron la silla de ruedas para que, desde el balcón, contemplara la inauguración mientras sonaba el himno nacional.
Terminó el acto con la intervención del conseller de Cultura de la Generalitat y del presidente de las Cortes valencianas. Ambos resaltaron la categoría del escultor, "que ha venido a elevar el nivel cultural de la Comunidad Valenciana", dijo Ciscar, "al superar sus fronteras y enriquecer la cultura universal". García Miralles manifestó que la proclamación de Sempere como hijo pedilecto de Onil "es un acto de honradez, al reconocer el trabajo de este hombre", y calificó la jornada como "un día de fiesta para el pueblo que te ha hecho justicia". Sempere comentaba desde el balcón mientras tanto que "estos actos son siempre emocionantes. Yo lo valoro especialmente porque me lleva a mis recuerdos infantiles", decía al tiempo que elogiaba calurosamente el busto de Serrano con la frase "Pablito, ¡viva el gran escultor!". Serrano trabajó en este busto desde hace más de tres años, antes de que el pueblo de Onil decidiese dedicarle el homenaje a Sempere.
Sempere manifestó ayer su antiguo deseo de establecerse en Alicante, de donde salió en 1961 para trasladarse definitivamente a Madrid. "Quiza dentro de un año, cuando mejore algo, pueda volver a Alicante". El escultor busca desde hace meses una casa tranquila en las afueras de la ciudad, a la orilla del mar. En concreto, pretende establecerse en la alicantina playa de La Albufereta. "Ahora no puedo hacerlo porque cada 15 días viene el médico desde Coimbra (Portugal) a visitarme a Madrid, y no puedo permitir que alargue todavía más su viaje ".
Babelia
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