¿Cartero del Papa?
¿Es portador el presidente Ronald Reagan de una carta del papa Juan Pablo II solicitando a las autoridades chinas la liberación del arzobispo de Shanghai, desde hace años encarcelado bajo la acusación de espionaje? La noticia, que corrió ayer en algunos ambientes de la capital, no ha encontrado ni confirmación ni mentís en el Vaticano.Algunos eclesiásticos consultados por EL PAIS se inclinan más bien a negarlo: "No es imaginable", dijeron, "que el papa Wojtyla utilice a Ronald Reagan como cartero".
No obstante, esto no excluye que de algún modo la visita delpresidente norteamericano a China pueda servir para apoyar la voluntad del Vaticano de entablar relaciones más amistosas con la República Popular China, y si fuera posible, para llegar a la creación de una delegación apostólica en Pekín como primer paso para un futuro viaje de Juan Pablo II a China.
Hay incluso quien asegura que el regalo que el próximo 2 de de mayo va a hacer el Papa al presidente Ronald Reagan -encontrarse con él en Alaska- tendrá el precio, por parte de la Casa Blanca, de apoyar la política de distensión vaticana con la República Popular China.
El avión papal, que saldrá de Roma el miércoles para realizar una peregrinación apostólica por Corea del Sur, Tailandia, Nueva Guinea e islas Salomón, prevé una escala técnica en Fairbanks (Alaska).
En esta localidad, Juan Pablo II se entrevistará con Reagan, y ambos estadistas pronunciarán sendos discursos, tras los cuales el Pontífice concederá una audiencia en privado al presidente y candidato republicano a las elecciones del próximo mes de noviembre.
Durante el vuelo desde Fairbanks a Seúl, el avión papal será escenario de una oración para recordar a las víctimas del Boeing 747 surcoreano abatido en esa misma ruta por los soviéticos la noche del 31 de agosto del año pasado.
Y también se rezará otra oración en recuerdo de las 21 víctimas del atentado de Rangún, entre ellas cuatro ministros del Gobierno surcoreano, tras el estallido de una bomba destinada, al parecer, contra el presidente de la República de Corea, que se salvó sólo porque llegó tarde a una ceremonia a causa de un embotellamiento del tráfico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.