Los ministros de Justicia y Sanidad viajan a Roma para celebrar una 'cumbre' sobre estupefacientes con las autoridades italianas

Una delegación española encabezada por los ministros de Sanidad, Ernest Lluch, y Justicia, Fernando Ledesma, llega hoy a Roma para celebrar una reunión con las autoridades italianas sobre los problemas del tráfico de drogas y sus repercusiones políticas. En la cumbre se abordará también la inclusión de nuestro país en el comité mixto ítalo-norteamericano de lucha contra el tráfico de estupefacientes. Acompañan a los ministros españoles el fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón Barba; el jefe de la División de Narcóticos del Ministerio del Interior y varios expertos más de los ministerios de Justicia y Sanidad.Los ministros españoles van a ser recibidos, en los tres días de estancia en la capital italiana, por sus colegas los ministros de Justicia, Mino Martinazzoli, y Sanidad, Costante de Gan. Tendrán también coloquios con los responsables en materia de narcóticos del Ministerio del Interior.

El encuentro de Fernando Ledesma y Ernest Lluch con sus homónimos italianos ha partido de una iniciativa española estimulada por el presidente del Gobierno, Felipe González, como informó ayer a EL PAIS el embajador de España en Roma, Jorge de Esteban, en cuya residencia tendrá lugar una cena a la que asistirán la delegación española y los dos ministros italianos.

La idea de este encuentro nació recientemente, a raíz de la decisión del Gobierno de Bettino Craxi de presentar un plan para la lucha contra la droga, un proyecto que deberá ser ahora debatido en el Parlamento, pero que no encontrará grandes resistencias, ya que en este país todas las fuerzas políticas están convencidas de que la droga ha empezado a ser el azote de la sociedad y ha sustituido en peligrosidad a lo que en los años pasados fue el terrorismo.

Y ello no sólo porque la droga envenena a cientos de miles de familias, no sólo porque está presente hoy -como ha confesado el presidente del Gobierno, Craxi- en el 80% de los delitos menores perpetrados en este país, no sólo porque una tercera parte de la población de las cárceles italianas está constituida por acusados de delitos relacionados con narcóticos, sino también, y sobre todo, por las conexiones que en este país existen entre droga, Mafia y terrorismo.

Actualmente, la izquierda política italiana es consciente de que, si no se pone remedio a tiempo, la droga hoy, como el terrorismo ayer, puede acabar convirtiéndose en el peligro número uno de las instituciones democráticas, ya que el dinero que se obtiene con su tráfico acaba, en gran parte, financiando a fuerzas políticas reaccionarias que añoran un régimen autoritario para este país, encrucijada estratégica del Mediterráneo.

Por otra parte, un encuentro en este momento entre los ministros españoles y el Gobierno de este país es doblemente importante si se tienen en cuenta las detenciones de importantes mafiosos y camorristas que habían escogido a España como centro de inversiones del dinero sucio procedente del comercio de la droga dura.

Por eso, el presidente del Gobierno italiano, Bettino Craxi, ha anunciado que tratará a fondo este problema en Madrid con el Gobierno español durante la visita oficial que realizará a España el 24 de mayo.