Un debate prematuro, innecesario y accesorio
Cuando todavía España no ha dicho la última palabra respecto a su permanencia en la organización atlántica, cuando está por decidir, la fecha del previsto referéndum y -caso de permanecer en el sistema defensivo occidental- por negociar el tipo de modalidad de la participación española, en Portugal se suscitan polémicas en tomo a un eventual mando ibérico unificado. Lo último han sido unas declaraciones de rechazo radical a cargo del jefe del Estado Mayor, general de las Fuerzas Armadas portuguesas, quien sale al paso de este tipo de especulación que, por otra parte, aquí, en España, nadie hace por considerarla prematura. ( ... )Éste es un debate delicado que habría que ahorrarse, pues tal como están las cosas complicaría, innecesariamente el estado de las relaciones entre los dos países de la península Ibérica. El alto mando portuguésteme, no sin motivo, que el proceso de integración español y el consiguiente refuerzo de su moderna dotación bélica, especialmente en materia de defensa aérea, produzca un desequilibrio todavía mayorque el ya existente entre los dos ejércitos peninsulares. Motivo que induce al general Lemos Ferreira a reivindicar el mantenimiento de una defensa aérea propia. Tesis legítima que no tenemos por qué contradecir. ( ... )
El problema que se nos plantea, ingresemos o no, total o parcialmente, en la OTAN es el de una compenetración y coordinación lo más sensata y eficaz posible, mejor que el de un mando único que, a la vista está, sería probablemente un tema más de discordia. Lo aconsejable es que la comunicación entre mandos peninsulares sea permanente y que exista una cooperación sin reservas en el estudio y previsión de cualquier tipo de agresión que pudiera sufrir el territorlo peninsular.
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